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sábado, 10 de julio de 2010

Panel por el matrimonio igualitario. Palabras de Martín Caballero, de VOX

Martín Caballero, referente de VOX Asociación Civil en Reconquista, se refirió a los proyectos de Matrimonio Civil y de Unión Civil y a un debate que se viene dando (y negando) desde hace años.

“La Unión es una ley diferente, en cambio el matrimonio significa modificar el Código Civil para incluir a las parejas del mismo sexo dentro del matrimonio. Al ser la Unión Civil una ley aparte, se quitan derechos y es muy discriminatorio”, dijo Caballero, enfatizando en el hecho de que “por más que tengan los mismos derechos, por más que sea exactamente igual, como pasa en Uruguay, que incluso tienen derecho a la adopción, así y todo es discriminatorio sancionar una ley de Unión Civil para homosexuales, porque es una ley aparte; son instituciones diferentes para lo mismo, que es una unión de personas, un contrato legal, civil, entre dos personas. No podemos tratar diferente lo que es igual”.

Historia de un debate

Parte de la población que milita en contra del matrimonio plantea la necesidad de un debate más profundo sobre el tema, pero según historió Caballero “en Argentina, el proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo entró al Congreso en el año 2007, por lo tanto hubo tres años para debatirlo, si hubieran querido.

Desde que ingresó este proyecto hasta ahora, se aprobó el matrimonio en varios países: Noruega, Suecia, Islandia hace pocos días, Portugal –donde se aprobó sin adopción, lo que es discriminatorio–, y antes de que ingresara al Congreso de Argentina, se había aprobado en países como Holanda (2001), Bélgica (2003), España y Canadá (2005), Sudáfrica (2006). Entonces hubo momentos, en un mundo donde la información fluye libremente, para enterarnos de las noticias, generar debate, charlar, como para que los legisladores se interiorizaran sobre el asunto.

El proyecto está en marcha, después de tres años de estar esperando, y ahora nos vienen a decir que falta debate”. Por otra parte, la ausencia de debate no se debió al colectivo gay-lésbico, sino a los sectores más conservadores, que nunca quisieron darlo: “Lo que estuvo pasando durante todo este tiempo es que cuando nosotros y nosotras queríamos dar debate, del otro lado no había nadie que escuchara”.

Mientras en algunos países, como los Estados Unidos, el reclamo por el matrimonio data de la década del 70, “en Argentina, cuando volvió la democracia, no empezamos a pedir matrimonio porque estábamos muy ocupados tratando de que no nos maten, como solía pasar, o de que no nos persiga la policía”, indicó Caballero, refiriendo que “cuando se normalizó un poco la situación de gays, lesbianas, bisexuales y trans, entramos en la década del 90. Fue allá por 1992, que en una emisión del programa de televisión Sin Vueltas titulado ‘Matrimonio gay y adopción’, estuvo invitado Rafael Frega, de la Sociedad de Integración Gay-Lésbica Argentina (SIGLA), y él entonces decía que no al matrimonio: ‘nosotros estamos pidiendo una institución llamada Unión Civil, con los mismos derechos básicos para todas las personas’. O sea, desde el propio activismo se estaba siendo conservador porque se pensaba que lo otro no iba a llegar nunca. Se habló en 1993 en un programa de ATC, en 1994 en el programa ‘La punta del ovillo’, se volvió hablar en 1995. Durante toda la década del 90 la CHA, SIGLA, etc., estuvieron pidiendo Unión Civil, aunque con otros nombres –ley de parejas de hecho, concubinato, y otras formas, porque el término Unión Civil apareció en Connecticut, Estados Unidos, en 2001–. Incluso ‘Unión Civil’ está en grande en el afiche de la marcha del orgullo del año 2005”.

Por otra parte, mientras el Senado plantea la Unión Civil como propuesta de consenso más conservadora, Caballero recordó que “cuando pedimos Unión Civil, no nos la quisieron dar. En 2004 la CHA ingresó su proyecto de Unión Civil en el Congreso, y jamás fue tratado. Ahora que nosotros estamos exigiendo el matrimonio, nos quieren dar Unión Civil”

En cuanto a la posibilidad de adopción por parte de parejas homosexuales, sostuvo que “en realidad el matrimonio no habla de adopción, sino de patria potestad compartida: una persona puede adoptar como soltera y estar en pareja; lo que pasa en este momento, al no poder casarse, es que la persona que no está como adoptante no tiene la patria potestad, no puede darle al chico la obra social, no le puede firmarle la libreta de calificaciones, no puede pedir licencia si el chico se enferma. Eso es lo que pasa cuando una pareja no puede casarse y una de las personas tiene hijos a cargo”.

“No se dejen engañar: queremos matrimonio ahora, los mismos derechos con los mismos nombres para todas las parejas”, terminó.

Los significados de las palabras

“¿Por qué la Iglesia se opone al uso del término ‘matrimonio’ en el caso de parejas del mismo sexo?”, preguntó una asistente al debate.
“Porque la palabra de tiene un origen parecido a ‘condición o atribución de madre’. Ahora bien: las palabras fueron cambiando de significado y de sentido a lo largo del tiempo. Se tomó la palabra ‘matrimonio’ cuando se instituyó el matrimonio en civil en la Argentina, en 1887, y como en todos los países que tienen matrimonio civil, se tomó esta palabra porque es lo que se conocía: la unión de dos personas que garantizaba ciertos derechos. Entonces se tomó una palabra ya existente para este contrato civil. Pero qué pasa: dice la Iglesia ‘viene de madre, por eso dos hombres no pueden ser un matrimonio, porque ninguno puede ser madre’; pero eso no contesta por qué dos mujeres tampoco pueden ser ‘matrimonio’, si las dos pueden ser madres”, respondió Caballero.

“El tema es que las palabras fueron cambiando de sentido a lo largo del tiempo. Hoy en día matrimonio no puede significar solamente calidad de madre, porque las mujeres no tienen ya un rol tan definido: no es que las mujeres están en la casa, cocinan y cuidan a los hijos y los padres trabajan afuera para conseguir el sustento. Los roles fueron cambiando a lo largo del tiempo. Además de eso, esas personas que usan ese argumento para decir que dos hombres o dos mujeres no pueden construir un matrimonio, que expliquen por qué el salario que ellos ganan hoy en día no se lo pagan con sal, o por qué una mujer puede tener patrimonio, que es un derecho exclusivo del padre, del hombre, según el origen de la palabra”, indicó, aclarando además que “la palabra matrimonio no deriva de la religión sino del derecho romano”.

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