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jueves, 14 de abril de 2011

22 de mayo: ELECCIÓN PRIMARIA

El domingo 22 de mayo en Santa Fe son las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias.

- Primarias: porque permiten elegir, antes de la elección general, entre los pre-candidatos que presentan los distintos partidos.

- Simultáneas: porque en la misma votación, fecha, lugar y boleta, se realizan las internas de todos los partidos.

- Abiertas: porque votan todos los ciudadanos y ciudadanas, sean o no afiliados a algún partido político.

- Obligatorias: tanto para los partidos, que deberán presentarse aunque tengan lista única (como Proyecto Sur), como para los ciudadanos (aunque quienes no quieran votar, podrán realizar un trámite hasta 48 horas antes del comicio).
Los precandidatos electos en la primaria del 22 de mayo son los que aparecerán en las generales del 24 de julio.
El 22 de mayo elegimos candidatos/as a:

¨ Gobernador y vicegobernador
¨ Diputados provinciales (50 titulares y 10 suplentes)
¨ Senador departamental (19: un titular y un suplente por cada departamento)
¨ Intendente
¨ Concejales
*En las comunas: Comisiones comunales

¿Dónde Voto?

Los padrones estarán unificados y por lo tanto ya no habrá mesas masculinas y femeninas. Todos tendremos asignada una mesa y lugar de votación. Por eso es importante que antes del 22 de mayo averigües dónde te toca votar.
Desde el 22 de abril ya estarán los padrones definitivos y el 7 de mayo podrás saber tu lugar de votación en:
www.tribunalelectoral.santafe.gov.ar
0800-888-6478
¿Cómo votamos con la boleta única?

1 | Concurrís al lugar de votación con tu DNI.

2 | El presidente de mesa te dará cinco boletas (una por cada categoría electoral: gobernador y vice; diputados; senador; intendente y concejales) y un bolígrafo. Cada boleta tiene un color diferente, y en cada una de ella estarán todos los precandidatos.

3 | OJO: en la mesa electoral ya no te entregarán un sobre.
Las boletas se doblan y se introducen en la urna, según categoría y color.

4 | Ingresás con las cinco boletas a una sala de votación donde vas a encontrar un box individual; ahí tenés que marcar, con el bolígrafo entregado, una sola opción por cada boleta (o bien un candidato, o el voto en blanco que ahora tendrá un casillero). Como habrá varios boxes, varias personas podrán votar simultáneamente en la misma sala, manteniendo la privacidad.

5 | Luego de marcar una opción por categoría, doblás las boletas, volvés a la mesa electoral y colocás cada papeleta en la boca correspondiente de la urna: la urna tendrá cinco bocas: una por cada categoría (gobernador, diputados, senador, intendente y concejales).

Si te equivocas al marcar la boleta, podés avisarle a la autoridad de mesa. Las boletas entregadas se devuelven, se anulan y se cambian por un nuevo juego.

Si te equivocaste de boca al introducir la boleta, al finalizar el comicio la boleta será colocada en el compartimiento correspondiente sin desdoblarla.




La nueva urna tendrá cinco bocas: una por cada categoría (gobernador, diputados, senador, intendente y concejales). El color de la boca coincidirá con el de cada boleta, para que no te confundas.

Los votos válidos son aquellos donde marcaste una sola opción por boleta. Se consideran en blanco si marcaste el casillero donde aparece la opción voto en blanco.
El voto será nulo si:

- marcás más de una opción por cada boleta.

- escribís tu nombre, tu firma o el numero de tu DNI.

- tu boleta se rompió en algún lugar que impida ver la opción elegida o alguno de los datos visibles del talón correspondiente.

- colocás una frase, expresión o signo ajeno al proceso electoral, por ejemplo “VIVA BOCA!!!”

- no marcás ninguna opción en tu boleta.

- colocás una boleta que no cuente con la firma de las autoridades de mesa.
No podrás votar:

Si no figurás en el padrón o te encontrás tachado en el mismo | Si vas con LC o LE pero en el padrón figurás con DNI | Si no vas con tu DNI.
Atención: todo lo explicado aquí sirve para las elecciones provinciales del 22 de mayo y el 24 de julio. En las nacionales de agosto y octubre se vota de la forma tradicional.



lunes, 4 de abril de 2011

Del Frade en Reconquista

Proyecto Sur - Movimiento político, social y cultural invita a Ud. y por su intermedio a los trabajadores del Molino arrocero de Romang a la Charla “Santa Fe Latente - Realidad social, política y económica de la provincia”, que dictará el periodista, escritor e investigador Carlos Del Frade. La misma tendrá lugar el próximo jueves 7 de abril, a las 20 horas, en el Salón de Actos del Instituto Superior de Profesorado Nº 4 “Angel Cárcano”, sito en Ludueña y Alvear, Reconquista.

Los ejes de la charla serán:
- Concentración de riquezas en pocas manos.
- La realidad existencial de los pibes.
- Situación de los trabajadores.
- ¿Por qué falta agua viviendo al lado del Paraná?.
- Narcotráfico y corrupción policial.
- Rebeldías y esperanzas.

Carlos Del Frade es autor de numerosos libros e investigaciones relacionados con la historia social y política de la provincia de Santa Fe, desde los orígenes de la independencia, en el siglo XIX hasta las consecuencias de la última dictadura cívico-militar, que todavía estamos viviendo. Algunos de sus trabajos son:

Postales del ex cordón industrial del Gran Rosario
La iglesia y la construcción de la impunidad
Desaparecidos, desocupados
¿Quién era Feced? Historia política de la represión en el Gran Rosario. Del 55 a Díaz Bessone
Historia política de la esperanza. A doscientos años del bicentenario inconcluso
La Marcha Grande. A diez años del río místico de la historia argentina
Santa Fue: una provincia robada.

Del Frade conduce además programas en la radio y la televisión rosarinas, y colabora permanentemente con varias agencias de noticias. En su labor como periodista fue premiado con el “Martín Fierro” al mejor programa de radio del interior del país; el “Regino Maders 2010 a la Honestidad y Militancia” en su labor periodística; el “Arturo Jauretche” 2005 por su labor periodística en “reconocimiento a su consecuencia con el pensamiento nacional”; y el reconocimiento como “Mensajero de la Paz” 2005, otorgado por el Llamamiento de los Cien para Seguir Viviendo.

Esperando contar con su valiosa presencia, lo saluda

domingo, 3 de abril de 2011

Santa Fe Latente

"Realidad económica, política y social de la provincia".

El próximo 7 de abril a las 20 hs se presentará, en el Instituto Superior de Profesorado Nº4 "Ángel Cárcano", el Periodista e investigador Carlos Del Frade, para charlar sobre la "realidad económica, política y social de la provincia".


Santa Fe Latente, con su historia desconocida de concentración de las riquezas, con la realidad de nuestros jóvenes y de nuestros trabajadores. Una realidad donde los santafecinos que menos tienen sufren la falta de agua viviendo al lado del Río Paraná y en una de las mayores reservas acuíferas del planeta. Una realidad muy diferente a la que se expresa en los matutinos liberales y en las hojas de la burocracia estatal.

Santa Fe Latente, una historia de desigualdades pero tambien de Rebeldias y Esperanzas.
Desde ya, todos invitados. Los esperamos.

jueves, 24 de marzo de 2011

24 de marzo: que no nos ganen la dictadura y la desmemoria


Este 24 de marzo se cumple un nuevo aniversario, el número 35, del inicio de la última dictadura cívico-militar que gobernó nuestro país entre 1976 y 1983 y desde Proyecto Sur Reconquista queremos expresar:



Nuestro norte santafesino fue pródigo en militantes políticos que dieron su vida por un presente y un futuro mejor. La lista de compañeros muertos, asesinados y desaparecidos es larga: Alberto Galarza; Alcides Bosch; Arturo Dean; Carlos Cattáneo; Ema “Pelusa” Cabral; Guillermo Perot; Héctor “Tuti” Cian; Héctor José Sartor; María Cristina y Rosa Raquel Alvira; María Luisa Bregant; Mario Cuevas; Miguel Angel Schlatter; Nicanor, Florencio, María Elena Fernández y Nélida Vicenta Ortiz de Fernández; Raúl Elías; Reinaldo Zapata; Ricardo Nadalich; Susana Medina, Hugo Medina y Stella Maris Zanocco.



Por todos ellos, por sus familiares, por sus compañeros y compañeras de lucha, por sus militancias y sus ideales, decimos: JUICIO Y CASTIGO.



JUICIO Y CASTIGO a quienes convirtieron la III Brigada Aérea de Reconquista (entonces Base Aérea Militar Reconquista) y la Guardia Rural Los Pumas de Santa Felicia (Vera) en Centros Clandestinos de Detención y Tortura. Justicia para los cientos de compañeros que pasaron por estos centros. No puede finalizar el 2011 sin que sean juzgados los represores procesados en la causa 050: Danilo Sambuelli, Carlos Nickisch, Horacio Machuca, Rubén Molina, Eduardo Luque y Arnaldo Neumann. Detención, juicio y castigo al prófugo Juan Mulassano.



JUICIO Y CASTIGO a quienes, ya en democracia, siguieron con las “mañas” de antaño, amenazando e intimidando anónimamente a los testigos de las causas por delitos de lesa humanidad y a los miembros del Poder Judicial, como el policía José Luis Gil.



JUICIO Y CASTIGO a quienes se apropiaron de la identidad de jóvenes como José, hijo de Rubén Moulín y Luisa Pratto, obligándolo a crecer con identidad falsa y privando a sus padres de su presencia durante tres décadas.



JUICIO Y CASTIGO a quienes se desempeñaron como personal civil de inteligencia (PCI), “marcando” militantes, estudiantes, docentes, dirigentes gremiales que luego serian secuestrados por los grupos de tarea.



Apoyo incondicional a los compañeros y compañeras que pusieron sus testimonios y sus cuerpos para que los responsables de esta maquinaria terror puedan ser juzgados.


Pero desde Proyecto Sur Reconquista también queremos señalar que la función de la memoria es ser parte constitutiva de nuestra identidad colectiva, para forjar el presente y el futuro justo por el que pelearon nuestros compañeros y compañeras hoy ausentes, y todos los que sufrieron cárcel y persecución entre 1976 y 1983. Y en ese sentido, no podemos dejar de remarcar que:



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA si miramos la movilización de los textiles de Reconquista y Avellaneda y pensamos más en las incomodidades que generan a nuestra vida cotidiana que en la justicia y pertinencia de su reclamo –reclamo hecho a la misma patronal explotadora que durante el “Proceso” denunciaba a sus obreros para que sean detenidos por las fuerzas de seguridad, y que hoy seguramente lo harían si pudieran–.



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA si asistimos indiferentes a las luchas por la supervivencia de muchos sectores de nuestra comunidad: los municipales contratados, superexplotados por el mismo Estado, los telefónicos tercerizados y despedidos sin causa, los trabajadores del molino arrocero de Romang –que ya cuentan con plazo de desocupación puesto por la multinacional Molinos Río de la Plata–.



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA cuando los trabajadores dejan sus destinos en manos de sindicatos burocratizados y entreguistas, y cuando los gobiernos prefieren pactar con éstos antes que favorecer la democracia sindical.



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA si ante los millones de hombres, mujeres, niños y ancianos fumigados sistemáticamente con agrotóxicos preferimos privilegiar los ingresos y la rentabilidad del negocio sojero antes que el derecho a la salud de las poblaciones –como de hecho lo están haciendo los gobiernos nacional y provincial–.



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA cuando vemos periódicamente a nuestros jóvenes –generalmente los más pobres, los más vulnerables, los que vienen de los barrios más alejados del centro– golpeados por la Policia, haciendo resurgir aquel tristemente célebre “algo habrán hecho”. Y cuando el Poder Judicial, tal como sucedió entre 1976 y 1983, no cumple con su función de garantizar justicia sino que legitima el accionar del aparato represivo del Estado.



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA cuando los pueblos originarios son acorralados en pequeños fragmentos de tierra improductiva, y son asesinados cuando osan reclamar y pelear por sus derechos. Cuando sus delegados viajan miles de kilómetros para ser recibidos por las autoridades y sólo logran confirmar que el ninguneo es oficial. Cuando ni siquiera tienen derecho a un DNI que acredite su calidad de argentinos. Cuando la miseria en la que los han sumido durante décadas los deja a merced de los mismos empresarios que los explotan y envenenan, pero que les dan “changas”.



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA cuando una mujer (muchas mujeres, en verdad) que va a denunciar abusos y violencia sólo encuentra en la comisaría, la oficina pública, el juzgado, más abusos y más violencia. Cuando la violencia doméstica se convierte en violencia institucional, y a ellas se suma la estigmatización social, el nuevo “por algo será”: por algo será que el marido le pega, por algo será que se queda en su casa, por algo será que la violaron...



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA si justificamos la violencia contra los inmigrantes de países limítrofes y hacemos crecer el racismo y la xenofobia.



TRIUNFAN LA DICTADURA Y LA DESMEMORIA cuando la lista de crímenes cometidos en democracia y que permanecer sin esclarecer en nuestra región continúa creciendo año tras año.


Por todo ello decimos:



JUICIO Y CASTIGO a los genocidas de ayer y a los asesinos de hoy. A los que matan con bala o con glifosato.



JUICIO Y CASTIGO a los asesinos de los 23 compañeros y compañeras mencionados arriba, y también a los desaparecedores de Julio López y Luciano Arruga, a los asesinos (todos los asesinos) de Silvia Suppo, Mariano Ferreyra, Carlos Fuentealba, Darío y Maxi, los hermanos qom asesinados por bala en La Privameva (y de todos los demás, muertos silenciosamente por hambre y enfermedades en el gran Chaco argentino), Bernardo Salgueiro, Rosemary Churapuña y Juan Castañeda Quispe (muertos a fines del año pasado en Villa Soldati), a los asesinos de Pocho Lepratti y de los compañeros de 2001.


Por un presente y un futuro mejor pelearon todos ellos, en 1976 y en 2011, en dictadura y en democracia, y los traicionamos si no peleamos nosotros también por un presente y un futuro para todos y todas.


30.000 compañeros desaparecidos: PRESENTES



MEMORIA. VERDAD. JUSTICIA




Proyecto Sur Reconquista

viernes, 25 de febrero de 2011

María Cristina Díaz. La CANDIDATA de Proyecto Sur Reconquista

Desde Proyecto Sur Reconquista proponemos a la Dra. María Cristina Díaz (de Avellaneda) como candidata a Diputada provincial en segundo lugar acompañando al Periodista Carlos del Frade de la ciudad de Rosario.

El partido Proyecto Sur Reconquista, que integra junto con otras fuerzas políticas el Movimiento del mismo nombre, promueve para estas elecciones las candidaturas de dos mujeres de la región cuyas actividades en pos de la transformación social son ampliamente reconocidas:

Nuestra compañera María Cristina Díaz, reconocida médica de la ciudad de Avellaneda y activa militante feminista y referente del INADI en el norte provincial, ocupa el segundo lugar en la lista de candidatos a Diputados Provinciales, encabezada por el comprometido periodista rosarino Carlos Del Frade, siendo la candidata del norte provincial mejor ubicada en las listas definitivas de candidatos para acceder a la Cámara baja.

Es una mujer ampliamente reconocida por su militancia y trabajo constante para mejorar las condiciones de vida de los pueblos del norte santafesino y fortalecer el proyecto de transformación y emancipación que tiene en Fernando “Pino” Solanas su máximo referente. Por eso decimos que se puede cambiar nuestra realidad con Carlos del Frade y María Cristina Díaz como diputados y con Pino como presidente. Para ello debemos conocer y valorar los proyectos y las personas, a fin de ganarle a las estructuras y los aparatos del bipartidismo, representado en nuestra provincia por los frentes Progresista y Justicialista.


Quién es María Cristina Díaz y por qué la proponemos para integrar la Cámara de Diputados

María Cristina médica anestesióloga del sistema público de salud (Hospital Central de Reconquista) y, entre otros antecedentes de su militancia, pueden citarse:

Fundadora del TALLER DE LA MUJER, junto con la poeta María del Pilar Lencina y otras mujeres de la región, en 1989. Desde este espacio, e incluso antes, María Cristina es una activa participante de ENCUENTROS NACIONALES DE MUJERES, Asambleas feministas, Congreso de Género, Estudio de Prevención de la Violencia Doméstica (actualmente denominada de Género y salud sexual y reproductiva). Realiza contención, prevención y acompañamiento de victimas de violencia familiar, junto con otras especialistas, e integra la Campaña Nacional por la Despenalización y Legalización del Aborto.

Por su militancia, ella y su organización recibieron varios reconocimientos, como la distinción “MEMORIA Y COMPROMISO”, por parte de la Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos (diciembre de 2006, junto con Eva Massín y las Mujeres en Lucha) y el premio a las Buenas Prácticas “Dra. CECILIA GRIERSON”, otorgado por el observatorio de Salud, Género y DDHH (Rosario, mayo del 2008).

Como referente del Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (INADI), desarrolló innumerables actividades de concientización y denuncia en distintos temas relacionados con la discriminación (género, minorías sexuales, violencia doméstica, abuso sexual infantil, trata de personas, pueblos originarios), y participó de la conformación del foro INADI del Norte Santafesino, que Proyecto Sur Reconquista integra.

Actualmente integra el Consejo Asesor de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe, en representación del Movimiento de Mujeres.

Para Proyecto Sur es importante promover el acceso de María Cristina Díaz a la Legislatura provincial ya que ayudará a mejorar la legislación vigente en temas como derechos de género, sexuales y reproductivos, diversidad, violencia de género y trata de personas. Esas problemáticas están muy presentes en nuestro norte, donde las mujeres violentadas –sin importar el estrato social al que pertenecen– generalmente no pueden radicar denuncias ante los casos de violencia, ya que el accionar de las comisarías y de gran parte del Poder Judicial tiene una matriz patriarcal que re-victimiza a la mujer cuando acude en busca de justicia.

También porque por su conocimiento del sistema de salud público en el norte provincial y por su vinculación con los actores participantes en la implementación de la ley de Educación Sexual Integral mejorará la sanción de leyes y la generación de controles en estos aspectos, tanto como en la articulación entre temáticas relacionadas con salud y educación. Por otra parte, como profesional de la medicina, podrá aportar una visión desde la salud de una multiplicidad de temas que actualmente son abordados desde puntos de vista economicistas o de la producción –por ejemplo, el tema de las fumigaciones con agroquímicos en ambientes rurales y urbanos, donde el principio precautorio que protege la salud de la población generalmente es puesto por detrás de la rentabilidad–.


Desde Reconquista decimos: JUNTOS PODEMOS TRANSFORMAR SANTA FE, JUNTOS PODEMOS TRANSFORMAR ARGENTINA.


TEL: 03482-15457809 (MARIA CRISTINA DIAZ)

03482-15653400 (MARIA FIANT-REFERENTE LOCAL)

sábado, 5 de febrero de 2011

Posible intoxicación por fumigación con agrotóxicos en La Lola

La Lola es un paraje rural aunque, administrativamente es tomado por el municipio de Reconquista como un barrio de su ejido urbano, ubicado unos diez kilómetros al sur del casco urbano de la ciudad.

Desde hace algunos días, “personas, animales y plantas de la comunidad aborigen del paraje (…) presentan síntomas similares a los de envenenamiento, lo que provoca cuadros de vómitos y diarreas en los habitantes, y en la fauna. También se ve afectada la flora del lugar” (diario El Litoral, Edición Online, 03-02-2011). En La Lola vive una comunidad mocoví y también gringos y criollos.


El domingo último, los compañeros de la Asociación “Vida Animal” fueron alertados del envenenamiento de perros de algunas familias, y también de sus animales de granja –varias gallinas y patos–. Al llegar se dieron cuenta de que la situación era más complicada, ya que algunos vecinos presentaban distintos síntomas –vómitos, decaimiento, erupciones cutáneas–. Además vieron allí y registraron el implemento agrícola (la “araña”) en plena tarea de aspersión de agroquímicos. También se hicieron presentes el dueño del campo y el secretario de producción del municipio, ingeniero agrónomo Daniel Paiz, quienes concertaron una reunión para tratar de “aclarar las cosas”.

Finalmente, el presidente del Concejo Deliberante, Rolando Galfrascoli (ARI-FPCyS) presentó una denuncia ante la Fiscalía de Reconquista para que se investigue el posible delito de contaminación ambiental.

Hasta aquí, lo que contaron los medios de comunicación. Ahora, algunos aspectos para tener en cuenta, y que complejizan bastante la situación:

- Las tierras donde se realizaron las fumigaciones pertenecen a Abel Zorzón y sus hermanos, y rodean a la comunidad, encontrándose los cultivos separados de las casas y de la escuela por escasos metros, apenas un alambrado y una calle pública-

- Zorzón es, además de productor agropecuario, el presidente de la Asociación Vecinal, y su gestión está ligada políticamente al actual partido de gobierno municipal (UCR-FPCyS), por lo que algunos lo consideran directamente un puntero del intendente Jacinto Speranza (también ingeniero agrónomo).

- En su calidad de productor, Zorzón “da changas” a los vecinos, y hasta puede ser que se encuentre explotando tierras de la comunidad a cambio de algún “canon” o retribución económica –seguramente escasas–.

Dados los antecedentes anteriores, no es de extrañar que después de una reunión mantenida el miércoles 2 con el secretario de la producción y el intendente (ambos ingenieros agrónomos) y el presidente de la vecinal (puntero del intendente y dueño del campo donde se realizaron las fumigaciones), los vecinos hayan cambiado radicalmente el tenor de las denuncias: en declaraciones radiales (programa radial Vía Libre, FM 96.1, el jueves 3 por la mañana) el afectado dijo que los síntomas de los que se había hablado en las personas no existieron, y algunos patos y gallinas hasta resucitaron –lo que sería una propiedad inesperada para el glifosato–, reduciéndose el número de animales muertos; el dirigente de la comunidad aborigen por su parte se mostró ofendido porque se había involucrado a toda la comunidad cuando en realidad se trató sólo de un par de familias –ya en reuniones anteriores, algunos referentes de la comunidad aborigen había calificado a Zorzón como “un pan de Dios” que les da trabajo–; y el presidente de la vecinal pidió altaneramente que se comience a revertir el discurso y afirmando que no se fumigó en su campo los días señalados –cuando existen registros fotográficos–. Cabe pensar que si Zorzón se dirigió con esa altanería a uno de los periodistas más influyentes de la ciudad, es de imaginarse cómo se dirigirá a los “indios” que dependen de él desde el punto de vista económico.

Es tan alevoso el cambio de discurso, que hasta el oficialista presidente del Concejo (paradójicamente, principal espada del intendente Speranza y por otra parte denunciante ante la Fiscalía) reconoció por otra emisora (FM Mix 105.3, el jueves por la mañana) que “la gene que tenía vómitos y manchas en la piel” el domingo, después de la reunión no quiere hablar. Se apunta a culpar de la mortandad de animales a “una peste” (Zorzón) o a un vecino envenenador.
Pero independientemente de los resultados que arrojen los análisis que tanto el municipio como Vida Animal mandaron a realizar a los animales muertos, al agua y al suelo, preocupa que no se hayan tocado en el debate algunos temas centrales:

- Los vecinos dijeron haber visto mosquitos y hasta aviones fumigando en áreas prácticamente lindantes con sus casas, escuela, instituciones, sin que el municipio se digne a demarcar la línea agronómica que establece dónde pueden aplicarse agroquímicos y dónde no. El proyecto de demarcación de la línea agronómica se encuentra cajoneado en la Comisión de Calidad de Vida del Concejo desde hace un par de años, y sin su aprobación la ordenanza que limita la aplicación de agrotóxicos es letra muerta.

- Se focalizó el debate en la posible responsabilidad del productor, eludiendo en todo momento el rol que le cabe al municipio en la legislación y control de la situación, atendiendo a la necesidad de cuidar la salud de los vecinos, que en La Lola se encuentran rodeados de soja –lo mismo que en otros barrios de la ciudad–. Incluso la misma denuncia de Galfrascoli va en ese sentido, evitando referirse a la responsabilidad de la gestión municipal de la cual él es uno de los principales referentes.

Finalmente, es ilustrativo del desamparo en que se encuentran los vecinos el hecho de que, el domingo, cuando quisieron hacer la denuncia ante la autoridad policial se encontraron con que el agente encargado del destacamento del barrio no estaba en su lugar de trabajo, por lo que llamaron a la Comisaría 2da, donde les dijeron que hagan la denuncia en el destacamento de la Lola (o sea, un circulo sin fin). Para colmo, el agente que durante el día no se encontraba en su puesto de servicio llegó a las 23 horas muy malhumorado, maltratando a los vecinos denunciantes.

Ante la complejidad de la situación, las organizaciones integrantes del Encuentro por los Derechos Humanos invitan a una reunión a realizarse este sábado 5, a las 18, en INCUPO (San Lorenzo y Rivadavia) para evaluar las acciones a seguir, haciendo hincapié por un lado en el caso particular de la intoxicación de personas y animales y, por otro, en la necesidad de que el municipio de Reconquista delimite la línea agronómica a partir de la cual pueden aplicarse agroquímicos y realice los controles del caso.

Y sigue el debate:

El compañero Conrado Núñez, estudiante, escritor y militante del Partido Obrero, responde en este texto a Carlos Echegoy.

POLÍTICA Y DEBATE

Carlos Echegoy: ¿Bisutería kirchnerista o excelencia poética?

Respuesta al prof. Carlos Echegoy a su artículo “Diferencias” (31/01/11; en la web)
http://norteampliosantafe.blogspot.com/2011/01/para-pensar.html

Ante el cacareo infernal de una ligerísima y enrevesada autoproclamación de certidumbre y volubilidad, me antepongo “al pueblo” para echarles en la cara alguna omnipatriota verdad, irremediable, implacable y candente, con que nuestros maestros enseñaran, en algún tiempo, a retorcer la sintaxis para no decir nada, para DECIR LA NADA MISMA, ni tan siquiera un embuste político o antipolítico… Etcétera, etcétera, etcétera, etcétera…
¡Ham! Tomo un respiro y sigo...

[Bisutería kirchnerista]

Acá va. Estaba tratando de encontrar la sintaxis, el estilo adecuado para responder al “artículo” que el profesor Carlos Echegoy escribiera acerca de “la izquierda” y “el progresismo territorial”.
Evidentemente, no lo lograré en esos términos. Ante todo porque los términos no importan aquí. Importan los argumentos; y, ateniéndome al “artículo”, urge advertir que el profesor Echegoy adolece de argumentos. No esgrime un céntimo de valor crítico en su discurso, pues, usando sus palabras, él mismo no cabe en “la bolsa arpillera sin forma ni fondo de SU PROPIA crítica”.
El “artículo” en cuestión es uno titulado “Diferencias”, y resulta paradójico que se trate de una manifestación tan clara y tediosa de palabrería grandilocuente y vacía. Paradójico porque el profesor pretende, precisamente, estar lejos y abominar las “ínfulas discursivas” de “la izquierda” y “el progresismo territorial”.

El profesor, con su frente altiva, soberbia, no hace más que gastar cizaña contra “la izquierda” y “el progresismo”, a favor del kirchnerismo, en un magnífico bostezo discursivo, con esa especie de trágico drama repetidísimo, donde el oficialismo “del campo popular” es equiparado a una cándida y bienintencionada Lazy, con “todas sus carencias y debilidades” (como no), acechado por la izquierda dogmática y el progresismo oportunista, que no saben otra cosa que hacerle el juego a la derecha. ¡Cómo no!

¿Cómo no? ¡Claro que recontranó! Se trata de la más descarada falta a la verdad. Porque la Lazy —lo sabe el profesor, como sus compañeros— se ha convertido hace mucho en un perro adiestrado por los grandes capitalistas, que entrega territorio y recursos, que expulsa campesinos, que paga la Deuda con la guita de los jubilados, que mantiene burócratas sindicales… En realidad, nunca se ha ‘convertido’: siempre fue ni más ni menos que lo que es, desde el principio extendió licencias a los monopolios mediáticos que luego pretendía combatir, desde el principio abrió las puertas al agronegocio de la soja; incluso esta misma Lazy era el perrito faldero del menemismo, a cuya plácida sombra y cobijo se alimentó a niveles astronómicos en la tan odiada “década infame”.

¿Estas son, será, las “carencias y debilidades” del kirchnerismo? Pavadas…
Igual, no lo sabemos, no lo dice el profesor. No dice qué argumento, qué gesto “nacional y popular”, qué método o programa político debiéramos entender como una guerra contra “los grupos concentrados”, que nos haga declinar en la sospecha de que detrás del rostro oficialista está la “retaguardia de los privilegios del imperialismo”.

No dice, el profesor, cuáles son las “lecciones de ecología” que puede darnos el kirchnerismo, que viene expropiando territorios y entregando a grupos como la Barrick para que se lleven todo el mineral existente, dejando un tendal de porquerías en el ambiente; o dilapidando bosques y selvas vírgenes para los grandes negocios del biodiesel y de la “soja sudamericana” (como decía el mismo ministro Julián Domínguez en su reciente venida a Reconquista). ¡No lo dice! Como tampoco dice cuál sería la “representación del campesinado empobrecido” o de la “tradición indígena” que ostentaría este gobierno pro-monopolios sojeros y mineros.

¡No lo dice! ¡Claro que no lo dirá! Como buen intelectual burgués del siglo XXI, encontrará fáciles caminos para evadir la crítica, para evadir toda denuncia a su gobierno “nac & pop”, como lo hiciera el mismo Norberto Galasso en su carta a Jorge Altamira. Encontrará en las Madres y Abuelas —“esfinges implacables” de Cristina y Néstor— la coartada eternamente oportuna para purgar todo desmán “ético” de “su Gobierno”. Casi con una catolicidad velada se Postrará ante esas “esfinges” para Rogar que Perdonen aquellas “carencias y debilidades” del Kirchnerismo.

Y en esa misma línea “argumental”, despilfarrará una cantidad inusitada de vocablos gastados, defendiéndose de vaya saber qué ataque a su “militancia en derechos humanos”, afirmando una postura y un lugar de honor en la sociedad. Y allí entretejerá una red discursiva “enternecedora” como pocas; dirá que él y sus compañeros del Norte Amplio por los DDHH no necesitan “disputar espacios” con aquella “izquierda” y aquel “progresismo” recalcitrantes, no necesitan “diferenciarse” (aunque no hace otra cosa que insistir en las diferencias). ¿Por qué? El profesor “dispara”: porque “Ya somos diferentes, un cuerpo sólido, compacto, con experiencia política, y cuando salimos vamos exactamente donde queremos, juntos. Somos eficaces en primer lugar porque reconocemos nuestras debilidades. Luego porque privilegiamos la organización y la construcción política sobre la base del respeto al pueblo y los compañeros. Hacemos lo que decimos, ni más ni menos”. Deslumbrante.
Deslumbrante como una tonelada de tedio. Como esos personajes de la obra de Ionesco que acumulan sillas y sillas en el escenario, hasta el final de la obra.

[¿Excelencia poética?]

Y quizá en este último sentido esté lo más notable del “artículo” de Echegoy. Quiero decir, tal vez en su deslumbre poético, en su estilística maldita, encontremos valor a esta “suerte de acumulación espectral” (la imagen es del profesor), a esta palabrería “presuntuosa e impotente”, tan gastada como “herida de muerte”.
Es decir, quizá NO hagamos justicia si decimos que esa poética del profesor Echegoy será tarde o temprano “devorada por el calcinante polvo”, “por el viento norte” —como dice él refiriéndose a las críticas al kirchnerismo—, porque estamos hablando de uno de los mayores poetas que ha dado Reconquista.

Sin embargo, este humilde aficionado que escribe quiere manifestar una DECEPCIÓN mayúscula: para nada alcanza el poeta Carlos Echegoy, en su insufrible “artículo”, la brillantez de los legendarios y rabiosos versos de su Crías de cuervo, redactados hace quince años, cuando quizá el profesor era antimenemista, tal vez rebelde, revolucionario, esas cualidades que hoy detesta. ¿Será que su concordia actual con un Gobierno capitalista le restó capacidades poéticas?
Quiero pensar —y lo pienso, sin dudas— que la poesía es una fuerza mayor, un arma cargada contra la chatura y la injusticia. Quiero pensar que el poeta Carlos Echegoy puede darnos mejores ejemplares poéticos que esa rabia insulsa contra “algunos pocos simpatizantes” de izquierda, “dispersos y huérfanos”, como dice.

En realidad, tratándose del “profesor” Carlos Echegoy, yo quería pensar que su “artículo” sería una argumentación sólida sobre su posición política. Sin embargo, lo único que encontré fue una postura macartista archi conocida, donde toda la bolsa de “izquierdistas” y “progresistas” es censurada y “calcinada” por el simple hecho de ser pocos. Por el simple hecho de contar con un “electorado” minúsculo.

Fuertemente, es necesario decir que cuando hablamos de las conductas entreguistas y corruptas de este gobierno no lo hacemos valiéndonos de ningún supuesto electorado avalista. Lo hacemos como habitantes de este “nunca más que ahora culo del mundo”, como individuos que leen la realidad y se forjan su ideología y su postura política. Y no hablo, en ningún momento, como militante de ningún partido, por el simple hecho de que el profesor y poeta Carlos Echegoy no se dirige a nadie, no aclara nada, no postula causa o razón alguna. Lo único que hace es retorcerse en una larga y acartonada poética antiizquierdista, con la seguridad sin argumento de quien se aferra a la cama de laureles de su “gran electorado”.

Y ya que hablamos de poética, será quizá un honor citar un verso del mismo Carlos Echegoy: “qué importan los argumentos que ensaya el desatino?” Es esta puntual coyuntura en la poética de Echegoy lo que asombra; quizá diría el poeta: los argumentos ensayados no importan, porque el “desatino” no tiene electores.
¿Habrá que recordarle al poeta que si fuera por los “electores” habría ganado el nefasto Carlos Menem en 2003? ¿Será necesario explicarle que los electores llevaron a Macri a la Jefatura? ¿Y qué pasa, digamos acá cerca, con los intendentes del radicalismo, con la dinastía Marcón en Avellaneda, con la reciente aparición de la UCR en Reconquista?

Cuando, maltrecho y jadeante, luego de una discursividad grandilocuente, el poeta cede lugar al intelectual burgués, al nacionalista puro y cándido, que batalla contra las bestias de la crítica, que suda el lomo marchitadísimo por la guerra que lo tiene entre las huestes del oficialismo, para apalear izquierdistas y progresistas, cuando eso ocurre, se resiente la poética y, lo más importante, se queda muda y sin argumentos la razón del capitalismo.
Esto es lamentable, tal vez (sólo tal vez), para la poética. Pero nos deja con la incertidumbre de conocer cuáles son los argumentos de quienes detentan el poder.

La única esperanza es, posiblemente, para la poesía. Queremos pensar que el poeta Carlos Echegoy nos tiene preparado un nuevo Crías de cuervo. No vaya a ser que se haya resentido su excelencia poética.
Conclusión

En conclusión, el “artículo” del profesor y poeta Carlos Echegoy es un desaguisado tan intragable como pretencioso. Es una pose, un modelaje ramplón por la pasarela de escribas que se disputan —ni en que sea— besarle los zapatos a la Presidenta.
Entonces, ¿qué pensar de este escriba altanero? ¿Se trata de un vendedor ambulante de bisuterías kirchneristas o de un pregonero descontrolado con arranques de excelencia poética? Como vimos, ambos estados conviven en su esquizofrénica “injuria”: un potaje de rabia adolescente y aplomada estilística inflama la impotencia de su discurso.
Tenazmente, hay que hacerle reconocer que la única “radical impotencia” que pesa es la de su Gobierno, para fundamentar sus actos, su modelo político entreguista y corrupto.

Conrado Nuñez
Avellaneda (Santa Fe), 2 de febrero de 2011

Se armó el debate:



El profesor Carlos Echegoy, Secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Reconquista e integrante de la Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos, respondió, en el blog de Norte Amplio y en nombre de esa organización, las críticas que desde Proyecto Sur Reconquista realizáramos a la política de desarrollo del actual gobierno nacional. Aquí, el texto completo (en el que, hacemos notar, no aparece refutación alguna a nuestras apreciaciones).

diferencias

hace ya tiempo, demasiado tiempo, sectores de la izquierda y el progresismo territorial suponen estar disputando un espacio conformado por una suerte de electorado que presumen les es simpatizante. Esos presuntos simpatizantes están allí, dispersos y huérfanos, digamos un par de miles, nunca mas que ahora al alcance de la garra esperando unos dirigentes de nuevo tipo en condiciones de enseñarles, de hacerles saber y entender, de unificarlos y conducirlos hacia un horizonte que, cuando menos, les proporcione la oportunidad, las estrategias, las formas, las metodologías, los gestos, el programa, que les libre de ese kirchnerismo, expresión de los grupos concentrados, retaguardia de los privilegios del imperialismo, entreguista, conformado por cipayos, reaccionarios y corruptos y por unos tres o cuatro, y otros cuatro o cinco, sindicalistas, ingenuos de los derechos humanos, con los que ellos, afirman, comparten, en ocasiones puntuales, manifestaciones callejeras

todo muy enternecedor, todo tan desprendido, todo tan carente de recursos, todo tan oprimido por el implacable autoritarismo kirchnerista, que ciertamente, su misión puede asimilarse a una santa cruzada, la primera del XXI, venida al territorio, nunca más que ahora culo del mundo, para limpiarlo de toda mierda

y hace ya tiempo ese sector de la izquierda y progresismo viene azuzando a una militancia que entiende que el kirchnerismo es, con todas sus carencias y debilidades, una opción política viable y representativa del campo nacional y popular

lo hace con esa con esa acartonada ampulosidad ridícula a la que deben necesariamente recurrir los pocos que quieren decir por todos oportunistas, antes aplaudían, a rabiar, primeros que ninguno, la gesta de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, del mismo modo que ahora se guardan de mencionar su pública y manifiesta adhesión al Gobierno nacional. De izquierda tal vez sean, lo claro es que no son tontos como para ponerlas en la bolsa arpillera sin forma ni fondo de su crítica. Allí se paran, allí comienzan a mirar el techo. No van a pasar la raya de las esfinges implacables que son el soporte ético del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como lo fueran de su compañero

Recién llegados a la disputa política de la negra y abrumadora calle, aún no aprendieron que la representación de masas no se dirime con discursos, menos aún esgrimiendo el arruinado índice para señalar quienes están donde y cuándo. Para eso, niños, está la policía

hablaré por los que me son cercanos, por la Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos: no tenemos el menor interés ni en compartir ni en disputar espacios ni protagonismos, menos aún en diferenciarnos. Ya somos diferentes, un cuerpo sólido, compacto, con experiencia política, y cuando salimos vamos exactamente donde queremos, juntos. Somos eficaces en primer lugar porque reconocemos nuestras debilidades. Luego porque privilegiamos la organización y la construcción política sobre la base del respeto al pueblo y los compañeros. Hacemos lo que decimos, ni más ni menos

ustedes no nos preocupan ni nos interesan, pero en virtud que suponen decirnos algo, nos entendemos con derecho a decirles y recomendarles algo:

en primer lugar, y objetivamente, vuestras ínfulas discursivas ni cercanamente están a la altura de vuestra concreta representación de masas. La dinámica política y las propias masas dirán si estamos próximos o lejos

en segundo lugar y hasta que algo nuevo ocurra, una terapia de grupo les sería beneficiosa, para medir las fuerzas con las que concretamente cuentan: antes que cacarear contra los acuerdos del Gobierno con Vicentín SA, antes de aburrir con sus infantiles lecciones de ecología de las que sabemos antes y más que ustedes, antes de acudir como conquistadores de nuevo tipo a tomar por asalto la tradición indígena para llevársela al propio molino como botín de guerra, antes de insinuar representar la voz del campesinado empobrecido, concreten una movilización a las puertas de la fábrica

allí se verá cuánto, más allá de los discursos, pesan

o tal vez prefieran seguir en lo suyo, dilapidando energías en esa suerte de acumulación espectral

que por pereza debe insistir una y otra vez en la metodología del codazo y la rapiña, dirigida siempre contra los compañeros, sus espacios, su militancia, sus convicciones, su historia

la metodología expone, por la deslumbrante ranura, la radical impotencia para ir al punto donde las papas queman. La impotencia es buena consejera, y ese cortejo que algo ya denuncia de enclenque, funerario y póstumo, previamente despojado, sigue su pendiente

el poder hacia dónde ella sueña, magnífica, dirigir sus dardos, sencillamente la desconoce

nadie confía en ella, nadie le teme

presuntuosa e impotente, herida de muerte, es devorada por el calcinante polvo

por el viento Norte

Carlos Echegoy, lunes 31 de enero de 2011
Fuente: http://norteampliosantafe.blogspot.com/

lunes, 31 de enero de 2011

El derecho al espacio urbano no es derecho de admisión (por Matías Ruiz Díaz)

Algunos apuntes sobre la relación del Estado con los jóvenes en el espacio público

El año 2010 terminó con una polémica que algunos medios de Reconquista reprodujeron:
“Inspectores municipales acompañados por personal policial recorren la plaza 25 de Mayo y piden a los jóvenes que se retiren, aún si están tranquilamente conversando. De acuerdo a los testimonios de los enojados, eso ocurre a partir de las 2 de la madrugada”, decía el 29 de diciembre un portal de noticias local (www.reconquistahoy.com). Peor aun lo pasan muchos jóvenes de los barrios periféricos cuando intentan incursionar en el centro de la ciudad, o simplemente circular por la misma.

Ambos problemas forman parte de la disputa por los espacios urbanos, una forma particular de la problemática del espacio público sobre la que mucho se está escribiendo y discutiendo en los ámbitos académicos de un tiempo a esta parte; pero en el segundo caso se añaden otras cuestiones: los abusos policiales, devenidos en práctica habitual, y un marcado sesgo de clase en la estigmatización de los sectores socioeconómicamente más vulnerables.

De cualquier forma, lo que se vulnera y se limita es, entre otros, el derecho al espacio urbano, definido por Oscar Oszlak[1] como “un derecho al goce de las oportunidades sociales y económicas asociadas a la localización de la vivienda o actividad”: circular, comerciar, disfrutar del ocio, sobrevivir en la ciudad donde uno vive, sea o no propietario.

El Estado se reserva el derecho de admisión…

En el caso de los chicos expulsados de la Plaza, no se trata de una cuestión de clase, puesto que los jóvenes que contaron haber sido “invitados” a retirarse pertenecen a distintos estratos sociales, incluso medios y altos. Más bien se trata de una disputa por los usos “legítimos” del espacio público, donde existe una marcada diferencia de criterios: para algunos sectores más conservadores de la sociedad (o directamente, más reaccionarios), la concentración de pibes en algunos espacios públicos es tomada como invasiva, colonizadora de territorios antes “familiares” o destinados a la circulación. Quizá el exponente más paradigmático de este pensamiento es el comunicador Carlos Cenoz: el ex Personal Civil de Inteligencia periódicamente se queja en su programa radial de no haber podido circular cómodamente en su auto por las calles adyacentes a la plaza central algún fin de semana, a causa de la proliferación de pibes sentados en el cordón de la vereda, con los pies sobre la calzada, tomando cerveza o quién sabe qué cosa.

A ello se suma la cuestión de los decibeles de la música y las charlas: el criterio es “primero, invitarlos a colocarse en lugares donde hay pocos vecinos (…) donde el punto de encuentro no entre en conflicto con la comunidad", es lo que explicó al respecto el secretario de Gobierno del municipio, Juan José Ingaramo[2], añadiendo que el municipio busca “el buen uso de los espacios públicos que no vaya en detrimento de los vecinos que pretenden descansar”. En realidad, existiendo normas escritas, el Estado no debiera invitar a nadie a retirarse de la Plaza, sino medir decibeles y, si no se adecuan a la legislación, proceder en consecuencia. Si no, sucede lo mismo que cuando el Código Penal de Santa Fe penaba el travestismo o la prostitución escandalosa: no se castiga una falta sino que se estigmatiza una conducta. No se pena los altos decibeles, sino que se estigmatiza la reunión de jóvenes ociosos alrededor de una botella de cerveza –en general, jóvenes sentados en una esquina o en una plaza tomando cerveza es tomado como sinónimo de “ociosos” o “vagos”, aun cuando se trate de estudiantes, trabajadores, o gente que simplemente disfruta de sus vacaciones–.

Se trata, en fin, de un conflicto entre usos considerados legítimos o no por diferentes actores sociales, separados más bien por cuestiones generacionales, y no de la consideración de “peligrosos” de los jóvenes que ocupan esos espacios. La cosa pasa por la moral y el “buen uso”, como en el caso de la censura impartida por el Profesorado en Bellas Artes a una obra realizada por sus propias alumnas, ante la queja de una vecina ofendida en su sensibilidad[3].
¿Pibe circulando o sospechoso rondando?

De mayor gravedad, aunque enmarcada en el mismo problema –el del derecho al espacio urbano–, es la situación de los pibes de los barrios periféricos, quienes son hostigados por la policía por el solo hecho de osar hacer uso de ese derecho (vale decir, circular por espacios de la ciudad que le están implícitamente vedados, los más cercanos al centro). Pero aquí la cuestión se complica, ya que intervienen otros temas: los abusos policiales, devenidos en práctica habitual, y un marcado sesgo de clase en contra de estos jóvenes.

Hace poco más de un mes, en marco del II Encuentro por los Derechos Humanos, un joven militante le decía a una legisladora provincial que para muchos pibes de los barrios el “estado de derecho” es una ficción, ya que no pueden salir a la calle sin ser blanco de los uniformados, con peligro real para su bienestar físico y hasta su vida. La diputada, Alicia Gutiérrez, le contestaba que es el estado de derecho el que permite que esas denuncias se hagan públicas y que existan organizaciones como la Coordinadora contra los Abusos Policiales (de reciente conformación en Reconquista). Sin tomar partido por alguna de las posturas, ampliamente fundamentadas ambas, no puede negarse que para los jóvenes de los sectores vulnerables de la sociedad reconquistense se hace realmente difícil circular por la ciudad, ya que su solo aspecto (vestimenta, color de piel) y procedencia los hacen objeto de continuas requisas en la vía pública, las que generalmente incluyen malos tratos, patoteos y una casi segura derivación a la comisaría más cercana.

En este caso ya no se trata sólo de una diferencia en las consideraciones sobre el uso del espacio público, sino una condena de clase, relacionada con el discurso de la inseguridad, donde el joven-pobre-morocho y vestido de determinada manera es considerado potencialmente peligroso. Un pibe con esas características no puede mirar vidrieras, porque será considerado sospechoso[4]; tampoco podrá circular tranquilamente en bicicleta, ya que se arriesga a ser parado una infinidad de veces para que pruebe que la bici fue adquirida en buena ley[5].

Lo más grave es que la práctica goza de cierto consenso social, ya que existe en los medios un discurso bastante monolítico que relaciona a estos jóvenes con la “inseguridad”. Incluso paradójicamente, invocando una ciudadanía responsable y activa y a una forma de periodismo llamado engañosamente “ciudadano”, muchos de esos medios convocan a la población a dar aviso a la comisaría más cercana o directamente a la emisora más escuchada en caso de ver algún “sospechoso” rondando el vecindario. Adivine cuál sería la definición de “sospechoso”…

El mismo discurso relaciona directamente, como si de matemática se tratara, mayor “seguridad” con mayor presencia policial en las calles. Al respecto, los expertos son más bien recelosos de esta ecuación: Ricardo Ragendorfer, periodista e historiador de La Bonaerense[6], estima que el “gatillo fácil” –el hostigamiento de jóvenes marginales por el solo hecho de serlo, llegando muchas veces al asesinato sumario: 2.500 pibes muertos desde la vuelta de la democracia, con algunos casos recordados en Reconquista– es el único delito “sin fines de lucro” en el que suelen incurrir los uniformados, ya que su ganancia y la del poder político de turno es el disciplinamiento de una parte de la sociedad, peligrosa no desde su potencial delictivo, sino organizativo. Dice Ragendorfer que:
“Este afán de marcar ‘la ley’, de señalar ‘quién manda’, de ‘mear el terreno’, funciona como amenaza general y es de fácil ejecución: gira en torno a la criminalización de no criminales. El blanco suele ser preciso: adolescentes que, por ejemplo, comparten una cerveza en cualquier esquina del Gran Buenos Aires, que gustan de la cumbia o el rock, que van a recitales y que puede que estén fumándose un porro. Pero no son delincuentes, sino en general muchachos de clase media baja, tal vez desertores del colegio secundario y con dificultades para conseguir empleo; o pacíficos pibes de los barrios más pobres, o de las villas miserias”

Pese a la brevedad de este texto, no puede eludirse el hecho de que las fuerzas policiales en Argentina –y en gran parte del mundo– han diversificado sus actividades ilícitas hasta ser parte integrante de la mayoría de las redes de delitos graves: tráfico de drogas, robo de vehículos y desarmaderos, piratería del asfalto, trata de personas[7], hasta el reclutamiento de menores para cometer robos[8], etc. Hay dos puntos de inflexión en estas prácticas, afirma Ragendorfer: la última dictadura militar –cuando la Policía y otras fuerzas represivas del Estado incurrieron en delitos de gravedad a gran escala– y la década del 90 –cuando adquirieron un sesgo “empresarial”–. Desde entonces, tienen la capacidad de extorsionar a dos puntas: tanto al “hampa” como al poder político[9] y la sociedad. Y los pibes de los barrios no son la excepción, sólo que son víctimas del delito que a la policía menos le interesa esconder, ya que disfrazados de enfrentamientos y de criminales abatidos en robos muchas veces fraguados, engrosan las estadísticas y ayudan a generar tanto la sensación de “inseguridad” como la idea de que la policía la está combatiendo.

Más democracia, menos “inseguridad”

Si bien se trata de problemas de una complejidad mayúscula, sería un avance zanjar las diferencias sobre el uso del espacio urbano de maneras más democráticas, respetuosas de las particularidades de cada grupo etario y cultural –a fin de cuentas, generalmente los horarios en que “la familia” gusta utilizar la plaza, y los sectores de la misma que elige, ni siquiera coinciden con las preferencias de los más jóvenes–.

Por otra parte, ayudaría poner en crisis el concepto de “seguridad”, sacándolo del campo de lo estrictamente policial para llevarlo a otros aspectos de la vida social y ciudadana. ¿Cómo? Planteando que “inseguridad” no es salir a la calle y estar a merced de delincuentes desalmados que lo matarán para robarle las zapatillas –los casos en que eso sucede son estadísticamente insignificantes–, sino que “inseguridad” es, por ejemplo, estar desocupado, o tener trabajo en negro, no tener cobertura social, educación ni salud pública, arriesgarse a ser parado infinidad de veces por la policía y terminar en una comisaría al salir a la calle, etc.

Finalmente, en defensa de los pibes que generan tanto miedo a los oyentes de las radios reconquistenses[10], cabe revisar un dato de la realidad: la mayoría de los homicidios cometidos en la Argentina no se dan en situación de robo o atentado contra la propiedad, sino que el 66 por ciento son crímenes de género, cometidos por esposos, novios o amantes enojados (que “matan por amor”, según Cordera); le siguen los crímenes cometidos en riña: personas que se conocen hasta que se desconocen, y lo arreglan a tiros o puñaladas. O sea: es la sociedad la que está cada vez más propensa a la violencia, mientras las cárceles están llenas de jóvenes pobres con causas armadas muchas veces con base en “testimonios dudosos o pruebas endebles”, según el informe anual 2009 del Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires[11]. Como diría el grafitti: “qué chiste las cárceles, sin los ricos nunca entran y los pobres nunca salen”.

Y es en el espacio urbano que nos circunda, ante nuestros ojos, donde esas cuestiones empiezan a dirimirse. ¿Cuál será el modelo de “ciudadanía activa” que elegiremos para tomar partido en el asunto.

NOTAS
[1] Oszlak, Oscar (1991): Merecer la ciudad. Los pobres y el derecho al espacio urbano. CEDES-HVMANITAS, p.24. El título del libro proviene de una tristemente célebre frase del Dr. Del Cioppo, titular de la Comisión Municipal de la Vivienda y luego intendente de Buenos Aires durante la última dictadura militar. Para este funcionario, vivir en la capital no es un derecho sino un privilegio: “…vivir en Buenos Aires no es para cualquiera sino para el que lo merezca”.
[2] El accionar de Ingaramo es más bien ambiguo respecto del uso del espacio público por parte de los jóvenes: la puesta en valor de la Plaza como espacio de reunión de los pibes en las fiestas de fin de año, incluso con el aporte de la música por parte del Estado, escapando así a los valores de mercado para la diversión en estas fechas, así lo atestigua.
[3] O bien otros conocidos casos que ya son parte del anecdotario reconquistense: aquel jefe de policía de la UR IX, de prolijo bigote y abultada formación intelectual, que después de cada fin de semana llenaba partes policiales con menores en situación de “descontrol” levantados en la vía pública y entregados a sus padres. La situación “de descontrol” no consistía en patear tachos o romper vidrieras, sino simplemente en caminar por la calle en horas de la noche sin el cuidado (o el “control”) de un adulto. O aquel otro jefe de la IX, que llegó a altos cargos en la provincia bajándose del patrullero en el Triángulo para perseguir (literalmente, y no con el código penal en la mano) a las travestis que allí ejercían la prostitución.
[4] Como puede atestiguar un amigo, trabajador cuentapropista, estudiante de Letras y ex presidente del Centro de Estudiantes del ISP Nº 4, a quien le fue requerido el DNI cuando, a las 9 de la mañana de apacible día sábado, miraba vidrieras en el centro: una actitud sospechosa, tratándose de un vecino de barrio La Loma.
[5] Circunstancia en la que más de una vez encontré a alumnos de la escuela media, y a jóvenes desconocidos.
[6] Ragendorfer, Ricardo: “La mafia argentina viste de azul”, en Le Monde Diplomatique (Edición Cono Sur), Nº 139, enero de 2011, pp. 6-7.
[7] Un botón de muestra: en José C. Paz, “la policía devolvió a su cautiverio a jóvenes que habían acudido a la comisaria en busca de ayuda” en un caso de trata, según cuenta la periodista Fernanda Balati en la última edición de Le Monde: “El negocio de la esclavitud”, p. 9.
[8] El caso de Luciano Arruga, desaparecido desde 2009, cuando se negó a robar para los uniformados, es paradigmático, lo mismo que el asesinato de tres mujeres por parte de “menores reclutados por la policía a cambio de una prestación dineraria”, según lo denunció el mismo ministro de Seguridad bonaerense Carlos Stornelli, antes de presentar su renuncia.
[9] Poder político que en la mayoría de los casos convive más o menos cómodamente con esta situación, ya que una policía mafiosa es un instrumento útil para el disciplinamiento social tanto como para la consecución de fondos espurios para el financiamiento de la política.
[10] “¡Señor Odasso!: en la plaza frente a la Terminal se juntan los pibes de diez años a drogarse, a plena luz del día. A mí ya me da miedo pasar. Que venga el Comisario Mendoza a ver”: es un llamado recurrente en las radios de la ciudad. El vocativo puede estar dirigido al licenciado como a casi cualquier otro conductor radial; fue elegido a modo de ejemplo nomás porque es el último que escuché (ayer miércoles 26 de enero).
[11] Citado también por Ragendorfer.

martes, 25 de enero de 2011

El ministro de Agricultura de la Nación visitó Reconquista el viernes y reivindicó el modelo sojero


“Construir el modelo de la soja sudamericana: en eso estamos trabajando”

La afirmación no corresponde a alguno de los integrantes de la Mesa de Enlace, sino al ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, quien en su visita a Re
conquista dejó dos cosas en claro: su apoyo a Agustín Rossi como candidato oficialista a la gobernación de Santa Fe y su total respaldo al modelo sojero. En su alocución destacó la función
de los “organizadores del negocio” sojero (la nueva “burguesía nacional” parida por las políticas implementadas desde 2003 por la gestión de Néstor Kirchner) y defendió la política oficial respecto de la producción triguera. “Construir el modelo de la soja sudamericana: en eso estamos trabajando”, dijo, ante una tribuna compuesta por integrantes de diversas organizaciones políticas, productivas y de derechos humanos que lo ovacionaron en casi una veintena de oportunidades.

“Lo que nos pasó en los últimos años fue que no pudimos trasmitir el sentido de las decisiones que tomamos”, lamentó el ministro. Aquí, algunos apuntes de Proyecto Sur Reconquista sobre el paso del funcionario nacional por el norte santafesino, visita en la que sí pudo dejar en claro el sentido de su modelo de desarrollo.

El avance de la nueva frontera

Luego de destacar el “superávit fiscal interno” que se aplicó a “pagar la deuda interna y a la inclusión social” y de reivindicar el pago de la deuda externa como un indicador de que Argentina negocia “como nación soberana, no como un pueblo sirviente de los intereses internacionales”, Domínguez se refirió a la situación mundial en la que entre mil y mil ochocientos millones de personas “se mueren de hambre”. A eso se suman los mercados de China y la India como nuevos compradores de nuestra producción primaria. Con esos datos, encaró el viejo discurso de que la agroindustria tiene como función paliar la situación de hambruna: “Argentina tiene hoy para aportar al nuevo concierto internacional, a la producción de alimentos, 30 millones de hectáreas de tierras arables; se estima que se puede crecer en 10 millones más de hectáreas de tierras arables en la Argentina como productora de alimentos, de proteína”.

Dejando de lado la visión mercantilista del hambre como posibilidad de ampliar mercados, preocupa la intención explícita del gobierno nacional y popular de seguir ampliando la frontera agrícola, un fenómeno que se logra con grandes costos ecológicos y sociales –como los desmontes, con sus consecuencias sobre las poblaciones campesinas e indígenas de las tierras incorporadas al agro mediante la topadora, muchas veces expulsadas en forma violenta de sus territorios, y con sus derivaciones sobre el funcionamiento de los ecosistemas: desertificación, inundaciones, envenenamiento–.

En la misma falta de autocrítica sobre la expansión de la frontera agrícola incurrió el ministro cuando destacó que durante la gestión del matrimonio Kirchner-Fernández “diez nuevos millones de hectáreas de tierras arables se han incorporado a la agricultura. De 32 millones, 10 se incorporaron en la última década: el 30 por ciento de las tierras arables. Esto me parece que constituye un elemento central que echa por tierra aquello de la ausencia de previsión, la falta de inversión y el relato del apocalipsis”. Claro, quizá eche por tierra el relato del apocalipsis de la Mesa de Enlace y de parte de la oposición, continuos reclamantes de menor presencia del Estado, pero ratifica plenamente el relato “apocalíptico” de aquellos que ven la desaparición de economías regionales y de ecosistemas nativos como un problema, ante el avance de las “tierras arables”.

Siguiendo con la reivindicación de las políticas agropecuarias desarrolladas desde 2003, Domínguez dio datos: “Argentina llega a producir 100 millones de toneladas de granos, y de 60 a 100 se pasó en los últimos 10 años. Que yo sepa, de 60 a 100 hay un cuarenta por ciento [en realidad, si producíamos 60 y ahora producimos 100 no hubo un incremento del 40 por ciento, sino del 66,5% aproximadamente]. El modelo de la recuperación de la autonomía en las decisiones nacionales, a uno de los sectores que más benefició es al sector agropecuario”.

En este contexto de aumento de la producción y de la productividad, Domínguez destacó que si Argentina y Brasil “se juntan, son los principales proveedores de soja del planeta”, lo que plantea “la necesidad de empezar a profundizar la inclusión soberana y construir el modelo de la soja sudamericana. En eso estamos trabajando: es decir, construir una estructura que condicione a los mercados internacionales a partir de una logística común y una plataforma común de operaciones con Brasil.”

La góndola y la nueva “burguesía nacional” (o los huérfanos de Kirchner)

Otro de los objetivos de la política pública del gobierno, reconoció Domínguez, apunta a que Argentina trascienda “la cosechadora para llegar a la góndola. Es decir dejar de exportar productos primarios como en la época de la colonia y tratar de exportar valor agregado que genere trabajo, generación de riquezas y oportunidades para los argentinos”. Tomada en abstracto, la frase – coronada por aplausos de la tribuna kirchnerista– es coherente con una política de desarrollo parecida a la propuesta en la plataforma de Proyecto Sur. Pero enunciada después de una férrea defensa de la producción sojera, se entiende que dejar de exportar productos primarios para vender valor agregado es lo que hace, por ejemplo, la aceitera Vicentín, que transforma la soja y el girasol en aceites, facturando 9.500 pesos por minuto y generando “trabajo, riquezas y oportunidades para los argentinos”

Por otra parte, el ministro celebró los cambios económicos y sociales al interior del sector rural. Ya no se trata del viejo productor, sino que “aparecieron los organizadores del negocio, apareció la figura de los contratistas, los financistas, los pooles de siembra, los cluster de semillas, los cluster de fertilizantes”. La nueva organización empresarial, sumada a los precios internacionales y al tipo de cambio, permitió que “este año el superávit del sector fuese de 17.000 millones de dólares”.

Hasta aquí, podría ser el diagnóstico de situación de cualquier observador, pero a renglón seguido el ministro añadió el aspecto valorativo: “en la Argentina ha surgido una nueva burguesía nacional, un nuevo capitalismo nacional vinculado a todos estos actores: ¿saben qué? nuestros semilleros, nuestros fertilizantes, tienen el 40 por ciento del mercado de Brasil; nuestros productores, nuestros semilleros, nuestros organizadores del negocio están en África, son contratados por los grandes grupos para avanzar en tierras arables. Por el nivel de eficiencia de nuestros productores, de nuestros nuevos empresarios que nacieron en esta década, son convocados en África, en países de la ex URSS de nombres difíciles, en India, en China. Entonces el modelo nacional que supo parir Néstor Kirchner con firmeza, con decisión nacional, también generó una nueva burguesía nacional, un nuevo capitalismo nacional que tiene presencia en el mundo, que marca tecnología, que en biotecnología y en desarrollo genético es líder. Eso es un proyecto de desarrollo nacional”.

De los dichos del ministro, celebrados con aplausos por la militancia del campo nacional y popular, se desprenden algunos interrogantes: ¿qué entiende el gobierno cuando habla de “productores”? obviamente el término engloba tanto a gente “del campo”, que produce sus tierras o tierras alquiladas, como a pooles y financistas compuestos por personas que sólo ven el campo en el suplemento rural de Clarín. Y sobre todo, ¿cómo estos nuevos actores económicos pasaron, en el discurso kirchnerista, de ser los enemigos en los tiempos de la 125 –hace sólo dos años atrás– a ser la exitosa burguesía nacional que tan bien nos representa en el mundo, surgida de la planificación económica del gobierno, “parida” por Néstor Kirchner?

El trigo

En lo referido a la comercialización de trigo –cuestión que generó una medida de fuerza de las cuatro entidades del agro– Dominguez explicó que “el primer desafío fue alentar la producción de trigo, y este año, a Dios gracia, vamos a estar cerca de los 15 millones de toneladas” en lugar de las 7,5 millones del año anterior. En este sentido, destacó tanto la política de Estado que demostró la viabilidad de la siembra del trigo en la Argentina como la incorporación de dos mil nuevos productores en esta campaña.

Sin críticas a la concentración de la producción, el ministro explicó que 30 mil productores generaron las 14 millones de toneladas de esta campaña, pero con la particularidad de que 27.500 productores (el 92 por ciento del total) son responsables del 50 por ciento de la producción, mientras que al otro 50 por ciento lo producen tan sólo el 8 por ciento de los productores (unos 2.500).

“Es un problema histórico que cuando termina la cosecha hay sobreoferta, son muchos productores los que salen a vender y son pocos los que compran en la Argentina. Y por supuesto que se produce un cuello de botella”, dijo Domínguez, explicando así la solución que encontró su cartera para se problema:

“El saldo exportable de la Argentina para esta campaña está estimado en 7 millones de toneladas. Antes de que empezara la cosecha, las bolsas de cereales, que son nuestras, que son parte del proyecto nacional, nos pidieron ‘es necesario darle una señal al mercado para que se siembre trigo’, y se abrieron tres millones de toneladas. Es decir, casi la mitad del total de lo que se estimaba que iba a ser el saldo exportable. En diciembre, cuando empezó la cosecha, se abrió otro millón de toneladas, y la segunda semana de enero se abrieron tres millones más. Es decir que Argentina tiene un saldo exportable de 7 millones de toneladas, pero si tenemos en cuenta que el 92 por ciento de los productores producen 7 millones, ya estamos resolviendo con esa medida el problema del 92 por ciento de los productores, de 27.500 productores”. Dada la capacidad de presión de los grupos concentrados, cuesta creer que estos 27.500 pequeños y medianos productores vean solucionada su situación antes que el 8 por ciento de concentra la mitad de la producción, pero el discurso oficial está planteado de esa manera.

“Además –prosiguió el ministro– la molinería ya compró un millón y medio de toneladas en el mes de enero, y va a comprar un millón más. Vamos a estar movilizando en el primer trimestre del año tres millones más de molinería, sumados a los 7 son 10 millones, con lo cual estamos avanzando sobre la otra mitad de los productores, los 2.500 que producen el otro 50 por ciento del trigo. Y como además hay productores que tienen dificultades, que son pequeños y medianos, la presidenta decidió otorgar un crédito que es histórico, a tasa cero [aplausos], sea o no sujeto de crédito el productor, porque hay muchos productores pequeños y medianos que han quedado fuera del registro de operaciones granarias. O sea 840 millones [de pesos] para garantizar que el productor que no quiera vender pueda retener este trimestre crítico un millón más de toneladas. Es decir, estamos movilizando once millones de toneladas el primer trimestre del año, cuando en los últimos 15 años se exportó en promedio en el primer trimestre 3,2 millones de toneladas. Hoy abrimos 7 más 4 del mercado interno”.

Personalismo, verticalismo, fundamentalismo…

Citando a Perón, Domínguez dejó en claro que “la política necesita un ejecutor y mil predicadores; y con Néstor Kirchner mi compromiso fue trabajar en la construcción de los mil predicadores”. En el actual panorama político, aclaró, la ejecutora es la presidenta y todos los militantes del campo oficialista, sus “predicadores”.

Y en consonancia con su discurso, rayano al fundamentalismo, el ministro señaló que todos los presentes “hemos sido paridos de la tierra, en el interior de la tierra, en el interior profundo, que forma parte constitutiva del acervo de nuestra Nación”. “Los que no forman parte constitutiva del ser nacional son los que pretenden construir un mensaje permanente de desmoralización”, acuso, constituyéndose en árbitro de quiénes representan y quiénes no el “ser nacional”. Cualquier comparación con discursos de ese estilo esgrimidos en otros momentos históricos resultaría redundante.

Los grandes ausentes

Si bien uno de los organizadores de la charla, el diputado Enrique Marín, había adelantado una disertación de dos horas, el ministro sólo habló media. Y si bien Domínguez afirmó en varias oportunidades que “esta no es una discusión política sino una discusión agropecuaria de los destinos de la Argentina, conmigo no van a discutir temas políticos”, en su escasa media hora de discurso abundó más en arengas políticas instalando la figura de Agustín Rossi como candidato a gobernador –“quiera Dios y el pueblo de Santa Fe lo acompañe, que Agustín sea el próximo gobernador”– sin precisar datos técnicos sobre las políticas de Estado –más que los desarrollados en los párrafos precedentes–. Por último, mientras Domínguez se ofreció para contestar preguntas, Marín tomó rápidamente el micrófono y dio por terminado el evento, cortando cualquier posibilidad de debate. Primera gran ausencia de la mañana.

También llamó la atención la ausencia de cualquier alusión a los pequeños productores, al campesinado del norte santafesino, a las producciones alternativas. Sólo los actores de los agronegocios fueron tenidos en cuenta en el discurso oficial de un ministro que dice representar a un gobierno popular, opuesto desde 2008 –al menos en lo discursivo– a la oligarquía terrateniente y sojera. Segunda gran ausencia.

Y si algunas ausencias fueron significativas, también lo fueron algunas presencias: ovacionando al funcionario en cerca de una veintena de veces, formaron parte de la tribuna militantes populares del campo oficialista, ya sea de sus vertientes político-partidarias, sindicales, barriales o de derechos humanos. Así, sorprendió ver aplaudiendo de pie la arenga sojera a referentes de espacios que reivindican al campesinado, a las producciones alternativas, con quienes solemos encontrarnos para denunciar a los agronegocios y sus consecuencias de expulsión de habitantes rurales, desertificación y fumigaciones. Será también parte de la realidad que Néstor Kirchner supo parir…

miércoles, 5 de enero de 2011

No va más



Si usted viene de Buenos Aires a Rosario por la autopista, encontrará los anuncios que prometen el primer mundo a escasos metros.

Siempre en esa dirección, observará a mano derecha el monumental City Center, propiedad del empresario Cristóbal López, amigo de la administración nacional, cuya grandiosidad -dicen sus publicistas- no tiene nada que envidiarle a los mejores de Las Vegas.
Artistas populares han llegado hasta allí donde hay un hotel de lujo y un centro de convenciones no menos espectacular. Pero esa es una parte de lo que ve el pasajero que arriba a la ex ciudad industrial, obrera, portuaria y ferroviaria.
Porque también observará por encima de las cañas y entre los límites de una escuela provincial, las decenas de ranchos más que modestos que parecen caerse en las cunetas que separan el territorio agreste del gris de la autovía.
En ese límite que junta a dos realidades diferentes y también complementarias, está la frontera que limita Rosario con Villa Gobernador Gálvez, una de las más grandes de la provincia de Santa Fe.
Allí las necesidades básicas nunca bajan de la tercera parte de la población al mismo tiempo que el consumo de drogas va sepultando vidas jóvenes que ni siquiera llegan a intentar un futuro parecido a lo que alguna vez soñaron.
Desde esa ciudad, cabecera de frigoríficos emblemáticos como Paladini o el Swift, surgió la extraña figura de Pedro González, varias veces intendente y diputado nacional, menemista cerril y hoy subido al palco que proclama al jefe de la bancada de diputados kirchnerista, Agustín Rossi, como candidato a gobernador de Santa Fe.
La figura de González creció en forma paralela al desarrollo de la pobreza, la privatización de las costas y el aumento del narcotráfico.
En semejante escenario, cuando miles de desesperados fueron usados al servicio de mezquinos intereses que empujaban sus necesidades reales y ocuparon el parque Indoamericano de Villa Soldati, un grupo de familias hizo lo propio en Villa Gobernador Gálvez.
El actual intendente, Jorge Murabito, no tuvo ningún reparo en señalar a González como el verdadero autor intelectual de esas tomas de tierra y corte de la vieja ruta 21 que duraron algunas horas.
Tuvieron que firmar un acta en el que las autoridades municipales se comprometen a ceder un terreno para que puedan levantar sus casas después de un censo de necesidades que se hará al respecto.
Murabito y González firmaron, se dieron la mano y las necesidades siguen de la misma manera que continúan los negocios que mueven sumas obscenas mientras que las necesidades se multiplican allí abajo, en los alrededores del casino del señor Cristóbal.
En la provincia de Santa Fe, según dichos de los propios funcionarios actuales de la llamada administración socialista, hay cien mil familias que no tienen una vivienda digna.
Queda claro que tanto en Villa Gobernador Gálvez como en Rosario, lo que más rápido se construye son los monumentales edificios para los más ricos.
Mientras tanto, los que son más, parecen estar atrapados entre las eternas promesas y la cínica manipulación de aquellos que después de distintos escarceos hacen las paces y siguen como si nada hubiera pasado.
Como dirían las voces anónimas en las ruletas de Don Cristóbal, no va más.