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sábado, 5 de febrero de 2011

Y sigue el debate:

El compañero Conrado Núñez, estudiante, escritor y militante del Partido Obrero, responde en este texto a Carlos Echegoy.

POLÍTICA Y DEBATE

Carlos Echegoy: ¿Bisutería kirchnerista o excelencia poética?

Respuesta al prof. Carlos Echegoy a su artículo “Diferencias” (31/01/11; en la web)
http://norteampliosantafe.blogspot.com/2011/01/para-pensar.html

Ante el cacareo infernal de una ligerísima y enrevesada autoproclamación de certidumbre y volubilidad, me antepongo “al pueblo” para echarles en la cara alguna omnipatriota verdad, irremediable, implacable y candente, con que nuestros maestros enseñaran, en algún tiempo, a retorcer la sintaxis para no decir nada, para DECIR LA NADA MISMA, ni tan siquiera un embuste político o antipolítico… Etcétera, etcétera, etcétera, etcétera…
¡Ham! Tomo un respiro y sigo...

[Bisutería kirchnerista]

Acá va. Estaba tratando de encontrar la sintaxis, el estilo adecuado para responder al “artículo” que el profesor Carlos Echegoy escribiera acerca de “la izquierda” y “el progresismo territorial”.
Evidentemente, no lo lograré en esos términos. Ante todo porque los términos no importan aquí. Importan los argumentos; y, ateniéndome al “artículo”, urge advertir que el profesor Echegoy adolece de argumentos. No esgrime un céntimo de valor crítico en su discurso, pues, usando sus palabras, él mismo no cabe en “la bolsa arpillera sin forma ni fondo de SU PROPIA crítica”.
El “artículo” en cuestión es uno titulado “Diferencias”, y resulta paradójico que se trate de una manifestación tan clara y tediosa de palabrería grandilocuente y vacía. Paradójico porque el profesor pretende, precisamente, estar lejos y abominar las “ínfulas discursivas” de “la izquierda” y “el progresismo territorial”.

El profesor, con su frente altiva, soberbia, no hace más que gastar cizaña contra “la izquierda” y “el progresismo”, a favor del kirchnerismo, en un magnífico bostezo discursivo, con esa especie de trágico drama repetidísimo, donde el oficialismo “del campo popular” es equiparado a una cándida y bienintencionada Lazy, con “todas sus carencias y debilidades” (como no), acechado por la izquierda dogmática y el progresismo oportunista, que no saben otra cosa que hacerle el juego a la derecha. ¡Cómo no!

¿Cómo no? ¡Claro que recontranó! Se trata de la más descarada falta a la verdad. Porque la Lazy —lo sabe el profesor, como sus compañeros— se ha convertido hace mucho en un perro adiestrado por los grandes capitalistas, que entrega territorio y recursos, que expulsa campesinos, que paga la Deuda con la guita de los jubilados, que mantiene burócratas sindicales… En realidad, nunca se ha ‘convertido’: siempre fue ni más ni menos que lo que es, desde el principio extendió licencias a los monopolios mediáticos que luego pretendía combatir, desde el principio abrió las puertas al agronegocio de la soja; incluso esta misma Lazy era el perrito faldero del menemismo, a cuya plácida sombra y cobijo se alimentó a niveles astronómicos en la tan odiada “década infame”.

¿Estas son, será, las “carencias y debilidades” del kirchnerismo? Pavadas…
Igual, no lo sabemos, no lo dice el profesor. No dice qué argumento, qué gesto “nacional y popular”, qué método o programa político debiéramos entender como una guerra contra “los grupos concentrados”, que nos haga declinar en la sospecha de que detrás del rostro oficialista está la “retaguardia de los privilegios del imperialismo”.

No dice, el profesor, cuáles son las “lecciones de ecología” que puede darnos el kirchnerismo, que viene expropiando territorios y entregando a grupos como la Barrick para que se lleven todo el mineral existente, dejando un tendal de porquerías en el ambiente; o dilapidando bosques y selvas vírgenes para los grandes negocios del biodiesel y de la “soja sudamericana” (como decía el mismo ministro Julián Domínguez en su reciente venida a Reconquista). ¡No lo dice! Como tampoco dice cuál sería la “representación del campesinado empobrecido” o de la “tradición indígena” que ostentaría este gobierno pro-monopolios sojeros y mineros.

¡No lo dice! ¡Claro que no lo dirá! Como buen intelectual burgués del siglo XXI, encontrará fáciles caminos para evadir la crítica, para evadir toda denuncia a su gobierno “nac & pop”, como lo hiciera el mismo Norberto Galasso en su carta a Jorge Altamira. Encontrará en las Madres y Abuelas —“esfinges implacables” de Cristina y Néstor— la coartada eternamente oportuna para purgar todo desmán “ético” de “su Gobierno”. Casi con una catolicidad velada se Postrará ante esas “esfinges” para Rogar que Perdonen aquellas “carencias y debilidades” del Kirchnerismo.

Y en esa misma línea “argumental”, despilfarrará una cantidad inusitada de vocablos gastados, defendiéndose de vaya saber qué ataque a su “militancia en derechos humanos”, afirmando una postura y un lugar de honor en la sociedad. Y allí entretejerá una red discursiva “enternecedora” como pocas; dirá que él y sus compañeros del Norte Amplio por los DDHH no necesitan “disputar espacios” con aquella “izquierda” y aquel “progresismo” recalcitrantes, no necesitan “diferenciarse” (aunque no hace otra cosa que insistir en las diferencias). ¿Por qué? El profesor “dispara”: porque “Ya somos diferentes, un cuerpo sólido, compacto, con experiencia política, y cuando salimos vamos exactamente donde queremos, juntos. Somos eficaces en primer lugar porque reconocemos nuestras debilidades. Luego porque privilegiamos la organización y la construcción política sobre la base del respeto al pueblo y los compañeros. Hacemos lo que decimos, ni más ni menos”. Deslumbrante.
Deslumbrante como una tonelada de tedio. Como esos personajes de la obra de Ionesco que acumulan sillas y sillas en el escenario, hasta el final de la obra.

[¿Excelencia poética?]

Y quizá en este último sentido esté lo más notable del “artículo” de Echegoy. Quiero decir, tal vez en su deslumbre poético, en su estilística maldita, encontremos valor a esta “suerte de acumulación espectral” (la imagen es del profesor), a esta palabrería “presuntuosa e impotente”, tan gastada como “herida de muerte”.
Es decir, quizá NO hagamos justicia si decimos que esa poética del profesor Echegoy será tarde o temprano “devorada por el calcinante polvo”, “por el viento norte” —como dice él refiriéndose a las críticas al kirchnerismo—, porque estamos hablando de uno de los mayores poetas que ha dado Reconquista.

Sin embargo, este humilde aficionado que escribe quiere manifestar una DECEPCIÓN mayúscula: para nada alcanza el poeta Carlos Echegoy, en su insufrible “artículo”, la brillantez de los legendarios y rabiosos versos de su Crías de cuervo, redactados hace quince años, cuando quizá el profesor era antimenemista, tal vez rebelde, revolucionario, esas cualidades que hoy detesta. ¿Será que su concordia actual con un Gobierno capitalista le restó capacidades poéticas?
Quiero pensar —y lo pienso, sin dudas— que la poesía es una fuerza mayor, un arma cargada contra la chatura y la injusticia. Quiero pensar que el poeta Carlos Echegoy puede darnos mejores ejemplares poéticos que esa rabia insulsa contra “algunos pocos simpatizantes” de izquierda, “dispersos y huérfanos”, como dice.

En realidad, tratándose del “profesor” Carlos Echegoy, yo quería pensar que su “artículo” sería una argumentación sólida sobre su posición política. Sin embargo, lo único que encontré fue una postura macartista archi conocida, donde toda la bolsa de “izquierdistas” y “progresistas” es censurada y “calcinada” por el simple hecho de ser pocos. Por el simple hecho de contar con un “electorado” minúsculo.

Fuertemente, es necesario decir que cuando hablamos de las conductas entreguistas y corruptas de este gobierno no lo hacemos valiéndonos de ningún supuesto electorado avalista. Lo hacemos como habitantes de este “nunca más que ahora culo del mundo”, como individuos que leen la realidad y se forjan su ideología y su postura política. Y no hablo, en ningún momento, como militante de ningún partido, por el simple hecho de que el profesor y poeta Carlos Echegoy no se dirige a nadie, no aclara nada, no postula causa o razón alguna. Lo único que hace es retorcerse en una larga y acartonada poética antiizquierdista, con la seguridad sin argumento de quien se aferra a la cama de laureles de su “gran electorado”.

Y ya que hablamos de poética, será quizá un honor citar un verso del mismo Carlos Echegoy: “qué importan los argumentos que ensaya el desatino?” Es esta puntual coyuntura en la poética de Echegoy lo que asombra; quizá diría el poeta: los argumentos ensayados no importan, porque el “desatino” no tiene electores.
¿Habrá que recordarle al poeta que si fuera por los “electores” habría ganado el nefasto Carlos Menem en 2003? ¿Será necesario explicarle que los electores llevaron a Macri a la Jefatura? ¿Y qué pasa, digamos acá cerca, con los intendentes del radicalismo, con la dinastía Marcón en Avellaneda, con la reciente aparición de la UCR en Reconquista?

Cuando, maltrecho y jadeante, luego de una discursividad grandilocuente, el poeta cede lugar al intelectual burgués, al nacionalista puro y cándido, que batalla contra las bestias de la crítica, que suda el lomo marchitadísimo por la guerra que lo tiene entre las huestes del oficialismo, para apalear izquierdistas y progresistas, cuando eso ocurre, se resiente la poética y, lo más importante, se queda muda y sin argumentos la razón del capitalismo.
Esto es lamentable, tal vez (sólo tal vez), para la poética. Pero nos deja con la incertidumbre de conocer cuáles son los argumentos de quienes detentan el poder.

La única esperanza es, posiblemente, para la poesía. Queremos pensar que el poeta Carlos Echegoy nos tiene preparado un nuevo Crías de cuervo. No vaya a ser que se haya resentido su excelencia poética.
Conclusión

En conclusión, el “artículo” del profesor y poeta Carlos Echegoy es un desaguisado tan intragable como pretencioso. Es una pose, un modelaje ramplón por la pasarela de escribas que se disputan —ni en que sea— besarle los zapatos a la Presidenta.
Entonces, ¿qué pensar de este escriba altanero? ¿Se trata de un vendedor ambulante de bisuterías kirchneristas o de un pregonero descontrolado con arranques de excelencia poética? Como vimos, ambos estados conviven en su esquizofrénica “injuria”: un potaje de rabia adolescente y aplomada estilística inflama la impotencia de su discurso.
Tenazmente, hay que hacerle reconocer que la única “radical impotencia” que pesa es la de su Gobierno, para fundamentar sus actos, su modelo político entreguista y corrupto.

Conrado Nuñez
Avellaneda (Santa Fe), 2 de febrero de 2011

Se armó el debate:



El profesor Carlos Echegoy, Secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Reconquista e integrante de la Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos, respondió, en el blog de Norte Amplio y en nombre de esa organización, las críticas que desde Proyecto Sur Reconquista realizáramos a la política de desarrollo del actual gobierno nacional. Aquí, el texto completo (en el que, hacemos notar, no aparece refutación alguna a nuestras apreciaciones).

diferencias

hace ya tiempo, demasiado tiempo, sectores de la izquierda y el progresismo territorial suponen estar disputando un espacio conformado por una suerte de electorado que presumen les es simpatizante. Esos presuntos simpatizantes están allí, dispersos y huérfanos, digamos un par de miles, nunca mas que ahora al alcance de la garra esperando unos dirigentes de nuevo tipo en condiciones de enseñarles, de hacerles saber y entender, de unificarlos y conducirlos hacia un horizonte que, cuando menos, les proporcione la oportunidad, las estrategias, las formas, las metodologías, los gestos, el programa, que les libre de ese kirchnerismo, expresión de los grupos concentrados, retaguardia de los privilegios del imperialismo, entreguista, conformado por cipayos, reaccionarios y corruptos y por unos tres o cuatro, y otros cuatro o cinco, sindicalistas, ingenuos de los derechos humanos, con los que ellos, afirman, comparten, en ocasiones puntuales, manifestaciones callejeras

todo muy enternecedor, todo tan desprendido, todo tan carente de recursos, todo tan oprimido por el implacable autoritarismo kirchnerista, que ciertamente, su misión puede asimilarse a una santa cruzada, la primera del XXI, venida al territorio, nunca más que ahora culo del mundo, para limpiarlo de toda mierda

y hace ya tiempo ese sector de la izquierda y progresismo viene azuzando a una militancia que entiende que el kirchnerismo es, con todas sus carencias y debilidades, una opción política viable y representativa del campo nacional y popular

lo hace con esa con esa acartonada ampulosidad ridícula a la que deben necesariamente recurrir los pocos que quieren decir por todos oportunistas, antes aplaudían, a rabiar, primeros que ninguno, la gesta de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, del mismo modo que ahora se guardan de mencionar su pública y manifiesta adhesión al Gobierno nacional. De izquierda tal vez sean, lo claro es que no son tontos como para ponerlas en la bolsa arpillera sin forma ni fondo de su crítica. Allí se paran, allí comienzan a mirar el techo. No van a pasar la raya de las esfinges implacables que son el soporte ético del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como lo fueran de su compañero

Recién llegados a la disputa política de la negra y abrumadora calle, aún no aprendieron que la representación de masas no se dirime con discursos, menos aún esgrimiendo el arruinado índice para señalar quienes están donde y cuándo. Para eso, niños, está la policía

hablaré por los que me son cercanos, por la Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos: no tenemos el menor interés ni en compartir ni en disputar espacios ni protagonismos, menos aún en diferenciarnos. Ya somos diferentes, un cuerpo sólido, compacto, con experiencia política, y cuando salimos vamos exactamente donde queremos, juntos. Somos eficaces en primer lugar porque reconocemos nuestras debilidades. Luego porque privilegiamos la organización y la construcción política sobre la base del respeto al pueblo y los compañeros. Hacemos lo que decimos, ni más ni menos

ustedes no nos preocupan ni nos interesan, pero en virtud que suponen decirnos algo, nos entendemos con derecho a decirles y recomendarles algo:

en primer lugar, y objetivamente, vuestras ínfulas discursivas ni cercanamente están a la altura de vuestra concreta representación de masas. La dinámica política y las propias masas dirán si estamos próximos o lejos

en segundo lugar y hasta que algo nuevo ocurra, una terapia de grupo les sería beneficiosa, para medir las fuerzas con las que concretamente cuentan: antes que cacarear contra los acuerdos del Gobierno con Vicentín SA, antes de aburrir con sus infantiles lecciones de ecología de las que sabemos antes y más que ustedes, antes de acudir como conquistadores de nuevo tipo a tomar por asalto la tradición indígena para llevársela al propio molino como botín de guerra, antes de insinuar representar la voz del campesinado empobrecido, concreten una movilización a las puertas de la fábrica

allí se verá cuánto, más allá de los discursos, pesan

o tal vez prefieran seguir en lo suyo, dilapidando energías en esa suerte de acumulación espectral

que por pereza debe insistir una y otra vez en la metodología del codazo y la rapiña, dirigida siempre contra los compañeros, sus espacios, su militancia, sus convicciones, su historia

la metodología expone, por la deslumbrante ranura, la radical impotencia para ir al punto donde las papas queman. La impotencia es buena consejera, y ese cortejo que algo ya denuncia de enclenque, funerario y póstumo, previamente despojado, sigue su pendiente

el poder hacia dónde ella sueña, magnífica, dirigir sus dardos, sencillamente la desconoce

nadie confía en ella, nadie le teme

presuntuosa e impotente, herida de muerte, es devorada por el calcinante polvo

por el viento Norte

Carlos Echegoy, lunes 31 de enero de 2011
Fuente: http://norteampliosantafe.blogspot.com/

lunes, 31 de enero de 2011

El derecho al espacio urbano no es derecho de admisión (por Matías Ruiz Díaz)

Algunos apuntes sobre la relación del Estado con los jóvenes en el espacio público

El año 2010 terminó con una polémica que algunos medios de Reconquista reprodujeron:
“Inspectores municipales acompañados por personal policial recorren la plaza 25 de Mayo y piden a los jóvenes que se retiren, aún si están tranquilamente conversando. De acuerdo a los testimonios de los enojados, eso ocurre a partir de las 2 de la madrugada”, decía el 29 de diciembre un portal de noticias local (www.reconquistahoy.com). Peor aun lo pasan muchos jóvenes de los barrios periféricos cuando intentan incursionar en el centro de la ciudad, o simplemente circular por la misma.

Ambos problemas forman parte de la disputa por los espacios urbanos, una forma particular de la problemática del espacio público sobre la que mucho se está escribiendo y discutiendo en los ámbitos académicos de un tiempo a esta parte; pero en el segundo caso se añaden otras cuestiones: los abusos policiales, devenidos en práctica habitual, y un marcado sesgo de clase en la estigmatización de los sectores socioeconómicamente más vulnerables.

De cualquier forma, lo que se vulnera y se limita es, entre otros, el derecho al espacio urbano, definido por Oscar Oszlak[1] como “un derecho al goce de las oportunidades sociales y económicas asociadas a la localización de la vivienda o actividad”: circular, comerciar, disfrutar del ocio, sobrevivir en la ciudad donde uno vive, sea o no propietario.

El Estado se reserva el derecho de admisión…

En el caso de los chicos expulsados de la Plaza, no se trata de una cuestión de clase, puesto que los jóvenes que contaron haber sido “invitados” a retirarse pertenecen a distintos estratos sociales, incluso medios y altos. Más bien se trata de una disputa por los usos “legítimos” del espacio público, donde existe una marcada diferencia de criterios: para algunos sectores más conservadores de la sociedad (o directamente, más reaccionarios), la concentración de pibes en algunos espacios públicos es tomada como invasiva, colonizadora de territorios antes “familiares” o destinados a la circulación. Quizá el exponente más paradigmático de este pensamiento es el comunicador Carlos Cenoz: el ex Personal Civil de Inteligencia periódicamente se queja en su programa radial de no haber podido circular cómodamente en su auto por las calles adyacentes a la plaza central algún fin de semana, a causa de la proliferación de pibes sentados en el cordón de la vereda, con los pies sobre la calzada, tomando cerveza o quién sabe qué cosa.

A ello se suma la cuestión de los decibeles de la música y las charlas: el criterio es “primero, invitarlos a colocarse en lugares donde hay pocos vecinos (…) donde el punto de encuentro no entre en conflicto con la comunidad", es lo que explicó al respecto el secretario de Gobierno del municipio, Juan José Ingaramo[2], añadiendo que el municipio busca “el buen uso de los espacios públicos que no vaya en detrimento de los vecinos que pretenden descansar”. En realidad, existiendo normas escritas, el Estado no debiera invitar a nadie a retirarse de la Plaza, sino medir decibeles y, si no se adecuan a la legislación, proceder en consecuencia. Si no, sucede lo mismo que cuando el Código Penal de Santa Fe penaba el travestismo o la prostitución escandalosa: no se castiga una falta sino que se estigmatiza una conducta. No se pena los altos decibeles, sino que se estigmatiza la reunión de jóvenes ociosos alrededor de una botella de cerveza –en general, jóvenes sentados en una esquina o en una plaza tomando cerveza es tomado como sinónimo de “ociosos” o “vagos”, aun cuando se trate de estudiantes, trabajadores, o gente que simplemente disfruta de sus vacaciones–.

Se trata, en fin, de un conflicto entre usos considerados legítimos o no por diferentes actores sociales, separados más bien por cuestiones generacionales, y no de la consideración de “peligrosos” de los jóvenes que ocupan esos espacios. La cosa pasa por la moral y el “buen uso”, como en el caso de la censura impartida por el Profesorado en Bellas Artes a una obra realizada por sus propias alumnas, ante la queja de una vecina ofendida en su sensibilidad[3].
¿Pibe circulando o sospechoso rondando?

De mayor gravedad, aunque enmarcada en el mismo problema –el del derecho al espacio urbano–, es la situación de los pibes de los barrios periféricos, quienes son hostigados por la policía por el solo hecho de osar hacer uso de ese derecho (vale decir, circular por espacios de la ciudad que le están implícitamente vedados, los más cercanos al centro). Pero aquí la cuestión se complica, ya que intervienen otros temas: los abusos policiales, devenidos en práctica habitual, y un marcado sesgo de clase en contra de estos jóvenes.

Hace poco más de un mes, en marco del II Encuentro por los Derechos Humanos, un joven militante le decía a una legisladora provincial que para muchos pibes de los barrios el “estado de derecho” es una ficción, ya que no pueden salir a la calle sin ser blanco de los uniformados, con peligro real para su bienestar físico y hasta su vida. La diputada, Alicia Gutiérrez, le contestaba que es el estado de derecho el que permite que esas denuncias se hagan públicas y que existan organizaciones como la Coordinadora contra los Abusos Policiales (de reciente conformación en Reconquista). Sin tomar partido por alguna de las posturas, ampliamente fundamentadas ambas, no puede negarse que para los jóvenes de los sectores vulnerables de la sociedad reconquistense se hace realmente difícil circular por la ciudad, ya que su solo aspecto (vestimenta, color de piel) y procedencia los hacen objeto de continuas requisas en la vía pública, las que generalmente incluyen malos tratos, patoteos y una casi segura derivación a la comisaría más cercana.

En este caso ya no se trata sólo de una diferencia en las consideraciones sobre el uso del espacio público, sino una condena de clase, relacionada con el discurso de la inseguridad, donde el joven-pobre-morocho y vestido de determinada manera es considerado potencialmente peligroso. Un pibe con esas características no puede mirar vidrieras, porque será considerado sospechoso[4]; tampoco podrá circular tranquilamente en bicicleta, ya que se arriesga a ser parado una infinidad de veces para que pruebe que la bici fue adquirida en buena ley[5].

Lo más grave es que la práctica goza de cierto consenso social, ya que existe en los medios un discurso bastante monolítico que relaciona a estos jóvenes con la “inseguridad”. Incluso paradójicamente, invocando una ciudadanía responsable y activa y a una forma de periodismo llamado engañosamente “ciudadano”, muchos de esos medios convocan a la población a dar aviso a la comisaría más cercana o directamente a la emisora más escuchada en caso de ver algún “sospechoso” rondando el vecindario. Adivine cuál sería la definición de “sospechoso”…

El mismo discurso relaciona directamente, como si de matemática se tratara, mayor “seguridad” con mayor presencia policial en las calles. Al respecto, los expertos son más bien recelosos de esta ecuación: Ricardo Ragendorfer, periodista e historiador de La Bonaerense[6], estima que el “gatillo fácil” –el hostigamiento de jóvenes marginales por el solo hecho de serlo, llegando muchas veces al asesinato sumario: 2.500 pibes muertos desde la vuelta de la democracia, con algunos casos recordados en Reconquista– es el único delito “sin fines de lucro” en el que suelen incurrir los uniformados, ya que su ganancia y la del poder político de turno es el disciplinamiento de una parte de la sociedad, peligrosa no desde su potencial delictivo, sino organizativo. Dice Ragendorfer que:
“Este afán de marcar ‘la ley’, de señalar ‘quién manda’, de ‘mear el terreno’, funciona como amenaza general y es de fácil ejecución: gira en torno a la criminalización de no criminales. El blanco suele ser preciso: adolescentes que, por ejemplo, comparten una cerveza en cualquier esquina del Gran Buenos Aires, que gustan de la cumbia o el rock, que van a recitales y que puede que estén fumándose un porro. Pero no son delincuentes, sino en general muchachos de clase media baja, tal vez desertores del colegio secundario y con dificultades para conseguir empleo; o pacíficos pibes de los barrios más pobres, o de las villas miserias”

Pese a la brevedad de este texto, no puede eludirse el hecho de que las fuerzas policiales en Argentina –y en gran parte del mundo– han diversificado sus actividades ilícitas hasta ser parte integrante de la mayoría de las redes de delitos graves: tráfico de drogas, robo de vehículos y desarmaderos, piratería del asfalto, trata de personas[7], hasta el reclutamiento de menores para cometer robos[8], etc. Hay dos puntos de inflexión en estas prácticas, afirma Ragendorfer: la última dictadura militar –cuando la Policía y otras fuerzas represivas del Estado incurrieron en delitos de gravedad a gran escala– y la década del 90 –cuando adquirieron un sesgo “empresarial”–. Desde entonces, tienen la capacidad de extorsionar a dos puntas: tanto al “hampa” como al poder político[9] y la sociedad. Y los pibes de los barrios no son la excepción, sólo que son víctimas del delito que a la policía menos le interesa esconder, ya que disfrazados de enfrentamientos y de criminales abatidos en robos muchas veces fraguados, engrosan las estadísticas y ayudan a generar tanto la sensación de “inseguridad” como la idea de que la policía la está combatiendo.

Más democracia, menos “inseguridad”

Si bien se trata de problemas de una complejidad mayúscula, sería un avance zanjar las diferencias sobre el uso del espacio urbano de maneras más democráticas, respetuosas de las particularidades de cada grupo etario y cultural –a fin de cuentas, generalmente los horarios en que “la familia” gusta utilizar la plaza, y los sectores de la misma que elige, ni siquiera coinciden con las preferencias de los más jóvenes–.

Por otra parte, ayudaría poner en crisis el concepto de “seguridad”, sacándolo del campo de lo estrictamente policial para llevarlo a otros aspectos de la vida social y ciudadana. ¿Cómo? Planteando que “inseguridad” no es salir a la calle y estar a merced de delincuentes desalmados que lo matarán para robarle las zapatillas –los casos en que eso sucede son estadísticamente insignificantes–, sino que “inseguridad” es, por ejemplo, estar desocupado, o tener trabajo en negro, no tener cobertura social, educación ni salud pública, arriesgarse a ser parado infinidad de veces por la policía y terminar en una comisaría al salir a la calle, etc.

Finalmente, en defensa de los pibes que generan tanto miedo a los oyentes de las radios reconquistenses[10], cabe revisar un dato de la realidad: la mayoría de los homicidios cometidos en la Argentina no se dan en situación de robo o atentado contra la propiedad, sino que el 66 por ciento son crímenes de género, cometidos por esposos, novios o amantes enojados (que “matan por amor”, según Cordera); le siguen los crímenes cometidos en riña: personas que se conocen hasta que se desconocen, y lo arreglan a tiros o puñaladas. O sea: es la sociedad la que está cada vez más propensa a la violencia, mientras las cárceles están llenas de jóvenes pobres con causas armadas muchas veces con base en “testimonios dudosos o pruebas endebles”, según el informe anual 2009 del Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires[11]. Como diría el grafitti: “qué chiste las cárceles, sin los ricos nunca entran y los pobres nunca salen”.

Y es en el espacio urbano que nos circunda, ante nuestros ojos, donde esas cuestiones empiezan a dirimirse. ¿Cuál será el modelo de “ciudadanía activa” que elegiremos para tomar partido en el asunto.

NOTAS
[1] Oszlak, Oscar (1991): Merecer la ciudad. Los pobres y el derecho al espacio urbano. CEDES-HVMANITAS, p.24. El título del libro proviene de una tristemente célebre frase del Dr. Del Cioppo, titular de la Comisión Municipal de la Vivienda y luego intendente de Buenos Aires durante la última dictadura militar. Para este funcionario, vivir en la capital no es un derecho sino un privilegio: “…vivir en Buenos Aires no es para cualquiera sino para el que lo merezca”.
[2] El accionar de Ingaramo es más bien ambiguo respecto del uso del espacio público por parte de los jóvenes: la puesta en valor de la Plaza como espacio de reunión de los pibes en las fiestas de fin de año, incluso con el aporte de la música por parte del Estado, escapando así a los valores de mercado para la diversión en estas fechas, así lo atestigua.
[3] O bien otros conocidos casos que ya son parte del anecdotario reconquistense: aquel jefe de policía de la UR IX, de prolijo bigote y abultada formación intelectual, que después de cada fin de semana llenaba partes policiales con menores en situación de “descontrol” levantados en la vía pública y entregados a sus padres. La situación “de descontrol” no consistía en patear tachos o romper vidrieras, sino simplemente en caminar por la calle en horas de la noche sin el cuidado (o el “control”) de un adulto. O aquel otro jefe de la IX, que llegó a altos cargos en la provincia bajándose del patrullero en el Triángulo para perseguir (literalmente, y no con el código penal en la mano) a las travestis que allí ejercían la prostitución.
[4] Como puede atestiguar un amigo, trabajador cuentapropista, estudiante de Letras y ex presidente del Centro de Estudiantes del ISP Nº 4, a quien le fue requerido el DNI cuando, a las 9 de la mañana de apacible día sábado, miraba vidrieras en el centro: una actitud sospechosa, tratándose de un vecino de barrio La Loma.
[5] Circunstancia en la que más de una vez encontré a alumnos de la escuela media, y a jóvenes desconocidos.
[6] Ragendorfer, Ricardo: “La mafia argentina viste de azul”, en Le Monde Diplomatique (Edición Cono Sur), Nº 139, enero de 2011, pp. 6-7.
[7] Un botón de muestra: en José C. Paz, “la policía devolvió a su cautiverio a jóvenes que habían acudido a la comisaria en busca de ayuda” en un caso de trata, según cuenta la periodista Fernanda Balati en la última edición de Le Monde: “El negocio de la esclavitud”, p. 9.
[8] El caso de Luciano Arruga, desaparecido desde 2009, cuando se negó a robar para los uniformados, es paradigmático, lo mismo que el asesinato de tres mujeres por parte de “menores reclutados por la policía a cambio de una prestación dineraria”, según lo denunció el mismo ministro de Seguridad bonaerense Carlos Stornelli, antes de presentar su renuncia.
[9] Poder político que en la mayoría de los casos convive más o menos cómodamente con esta situación, ya que una policía mafiosa es un instrumento útil para el disciplinamiento social tanto como para la consecución de fondos espurios para el financiamiento de la política.
[10] “¡Señor Odasso!: en la plaza frente a la Terminal se juntan los pibes de diez años a drogarse, a plena luz del día. A mí ya me da miedo pasar. Que venga el Comisario Mendoza a ver”: es un llamado recurrente en las radios de la ciudad. El vocativo puede estar dirigido al licenciado como a casi cualquier otro conductor radial; fue elegido a modo de ejemplo nomás porque es el último que escuché (ayer miércoles 26 de enero).
[11] Citado también por Ragendorfer.

martes, 25 de enero de 2011

El ministro de Agricultura de la Nación visitó Reconquista el viernes y reivindicó el modelo sojero


“Construir el modelo de la soja sudamericana: en eso estamos trabajando”

La afirmación no corresponde a alguno de los integrantes de la Mesa de Enlace, sino al ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, quien en su visita a Re
conquista dejó dos cosas en claro: su apoyo a Agustín Rossi como candidato oficialista a la gobernación de Santa Fe y su total respaldo al modelo sojero. En su alocución destacó la función
de los “organizadores del negocio” sojero (la nueva “burguesía nacional” parida por las políticas implementadas desde 2003 por la gestión de Néstor Kirchner) y defendió la política oficial respecto de la producción triguera. “Construir el modelo de la soja sudamericana: en eso estamos trabajando”, dijo, ante una tribuna compuesta por integrantes de diversas organizaciones políticas, productivas y de derechos humanos que lo ovacionaron en casi una veintena de oportunidades.

“Lo que nos pasó en los últimos años fue que no pudimos trasmitir el sentido de las decisiones que tomamos”, lamentó el ministro. Aquí, algunos apuntes de Proyecto Sur Reconquista sobre el paso del funcionario nacional por el norte santafesino, visita en la que sí pudo dejar en claro el sentido de su modelo de desarrollo.

El avance de la nueva frontera

Luego de destacar el “superávit fiscal interno” que se aplicó a “pagar la deuda interna y a la inclusión social” y de reivindicar el pago de la deuda externa como un indicador de que Argentina negocia “como nación soberana, no como un pueblo sirviente de los intereses internacionales”, Domínguez se refirió a la situación mundial en la que entre mil y mil ochocientos millones de personas “se mueren de hambre”. A eso se suman los mercados de China y la India como nuevos compradores de nuestra producción primaria. Con esos datos, encaró el viejo discurso de que la agroindustria tiene como función paliar la situación de hambruna: “Argentina tiene hoy para aportar al nuevo concierto internacional, a la producción de alimentos, 30 millones de hectáreas de tierras arables; se estima que se puede crecer en 10 millones más de hectáreas de tierras arables en la Argentina como productora de alimentos, de proteína”.

Dejando de lado la visión mercantilista del hambre como posibilidad de ampliar mercados, preocupa la intención explícita del gobierno nacional y popular de seguir ampliando la frontera agrícola, un fenómeno que se logra con grandes costos ecológicos y sociales –como los desmontes, con sus consecuencias sobre las poblaciones campesinas e indígenas de las tierras incorporadas al agro mediante la topadora, muchas veces expulsadas en forma violenta de sus territorios, y con sus derivaciones sobre el funcionamiento de los ecosistemas: desertificación, inundaciones, envenenamiento–.

En la misma falta de autocrítica sobre la expansión de la frontera agrícola incurrió el ministro cuando destacó que durante la gestión del matrimonio Kirchner-Fernández “diez nuevos millones de hectáreas de tierras arables se han incorporado a la agricultura. De 32 millones, 10 se incorporaron en la última década: el 30 por ciento de las tierras arables. Esto me parece que constituye un elemento central que echa por tierra aquello de la ausencia de previsión, la falta de inversión y el relato del apocalipsis”. Claro, quizá eche por tierra el relato del apocalipsis de la Mesa de Enlace y de parte de la oposición, continuos reclamantes de menor presencia del Estado, pero ratifica plenamente el relato “apocalíptico” de aquellos que ven la desaparición de economías regionales y de ecosistemas nativos como un problema, ante el avance de las “tierras arables”.

Siguiendo con la reivindicación de las políticas agropecuarias desarrolladas desde 2003, Domínguez dio datos: “Argentina llega a producir 100 millones de toneladas de granos, y de 60 a 100 se pasó en los últimos 10 años. Que yo sepa, de 60 a 100 hay un cuarenta por ciento [en realidad, si producíamos 60 y ahora producimos 100 no hubo un incremento del 40 por ciento, sino del 66,5% aproximadamente]. El modelo de la recuperación de la autonomía en las decisiones nacionales, a uno de los sectores que más benefició es al sector agropecuario”.

En este contexto de aumento de la producción y de la productividad, Domínguez destacó que si Argentina y Brasil “se juntan, son los principales proveedores de soja del planeta”, lo que plantea “la necesidad de empezar a profundizar la inclusión soberana y construir el modelo de la soja sudamericana. En eso estamos trabajando: es decir, construir una estructura que condicione a los mercados internacionales a partir de una logística común y una plataforma común de operaciones con Brasil.”

La góndola y la nueva “burguesía nacional” (o los huérfanos de Kirchner)

Otro de los objetivos de la política pública del gobierno, reconoció Domínguez, apunta a que Argentina trascienda “la cosechadora para llegar a la góndola. Es decir dejar de exportar productos primarios como en la época de la colonia y tratar de exportar valor agregado que genere trabajo, generación de riquezas y oportunidades para los argentinos”. Tomada en abstracto, la frase – coronada por aplausos de la tribuna kirchnerista– es coherente con una política de desarrollo parecida a la propuesta en la plataforma de Proyecto Sur. Pero enunciada después de una férrea defensa de la producción sojera, se entiende que dejar de exportar productos primarios para vender valor agregado es lo que hace, por ejemplo, la aceitera Vicentín, que transforma la soja y el girasol en aceites, facturando 9.500 pesos por minuto y generando “trabajo, riquezas y oportunidades para los argentinos”

Por otra parte, el ministro celebró los cambios económicos y sociales al interior del sector rural. Ya no se trata del viejo productor, sino que “aparecieron los organizadores del negocio, apareció la figura de los contratistas, los financistas, los pooles de siembra, los cluster de semillas, los cluster de fertilizantes”. La nueva organización empresarial, sumada a los precios internacionales y al tipo de cambio, permitió que “este año el superávit del sector fuese de 17.000 millones de dólares”.

Hasta aquí, podría ser el diagnóstico de situación de cualquier observador, pero a renglón seguido el ministro añadió el aspecto valorativo: “en la Argentina ha surgido una nueva burguesía nacional, un nuevo capitalismo nacional vinculado a todos estos actores: ¿saben qué? nuestros semilleros, nuestros fertilizantes, tienen el 40 por ciento del mercado de Brasil; nuestros productores, nuestros semilleros, nuestros organizadores del negocio están en África, son contratados por los grandes grupos para avanzar en tierras arables. Por el nivel de eficiencia de nuestros productores, de nuestros nuevos empresarios que nacieron en esta década, son convocados en África, en países de la ex URSS de nombres difíciles, en India, en China. Entonces el modelo nacional que supo parir Néstor Kirchner con firmeza, con decisión nacional, también generó una nueva burguesía nacional, un nuevo capitalismo nacional que tiene presencia en el mundo, que marca tecnología, que en biotecnología y en desarrollo genético es líder. Eso es un proyecto de desarrollo nacional”.

De los dichos del ministro, celebrados con aplausos por la militancia del campo nacional y popular, se desprenden algunos interrogantes: ¿qué entiende el gobierno cuando habla de “productores”? obviamente el término engloba tanto a gente “del campo”, que produce sus tierras o tierras alquiladas, como a pooles y financistas compuestos por personas que sólo ven el campo en el suplemento rural de Clarín. Y sobre todo, ¿cómo estos nuevos actores económicos pasaron, en el discurso kirchnerista, de ser los enemigos en los tiempos de la 125 –hace sólo dos años atrás– a ser la exitosa burguesía nacional que tan bien nos representa en el mundo, surgida de la planificación económica del gobierno, “parida” por Néstor Kirchner?

El trigo

En lo referido a la comercialización de trigo –cuestión que generó una medida de fuerza de las cuatro entidades del agro– Dominguez explicó que “el primer desafío fue alentar la producción de trigo, y este año, a Dios gracia, vamos a estar cerca de los 15 millones de toneladas” en lugar de las 7,5 millones del año anterior. En este sentido, destacó tanto la política de Estado que demostró la viabilidad de la siembra del trigo en la Argentina como la incorporación de dos mil nuevos productores en esta campaña.

Sin críticas a la concentración de la producción, el ministro explicó que 30 mil productores generaron las 14 millones de toneladas de esta campaña, pero con la particularidad de que 27.500 productores (el 92 por ciento del total) son responsables del 50 por ciento de la producción, mientras que al otro 50 por ciento lo producen tan sólo el 8 por ciento de los productores (unos 2.500).

“Es un problema histórico que cuando termina la cosecha hay sobreoferta, son muchos productores los que salen a vender y son pocos los que compran en la Argentina. Y por supuesto que se produce un cuello de botella”, dijo Domínguez, explicando así la solución que encontró su cartera para se problema:

“El saldo exportable de la Argentina para esta campaña está estimado en 7 millones de toneladas. Antes de que empezara la cosecha, las bolsas de cereales, que son nuestras, que son parte del proyecto nacional, nos pidieron ‘es necesario darle una señal al mercado para que se siembre trigo’, y se abrieron tres millones de toneladas. Es decir, casi la mitad del total de lo que se estimaba que iba a ser el saldo exportable. En diciembre, cuando empezó la cosecha, se abrió otro millón de toneladas, y la segunda semana de enero se abrieron tres millones más. Es decir que Argentina tiene un saldo exportable de 7 millones de toneladas, pero si tenemos en cuenta que el 92 por ciento de los productores producen 7 millones, ya estamos resolviendo con esa medida el problema del 92 por ciento de los productores, de 27.500 productores”. Dada la capacidad de presión de los grupos concentrados, cuesta creer que estos 27.500 pequeños y medianos productores vean solucionada su situación antes que el 8 por ciento de concentra la mitad de la producción, pero el discurso oficial está planteado de esa manera.

“Además –prosiguió el ministro– la molinería ya compró un millón y medio de toneladas en el mes de enero, y va a comprar un millón más. Vamos a estar movilizando en el primer trimestre del año tres millones más de molinería, sumados a los 7 son 10 millones, con lo cual estamos avanzando sobre la otra mitad de los productores, los 2.500 que producen el otro 50 por ciento del trigo. Y como además hay productores que tienen dificultades, que son pequeños y medianos, la presidenta decidió otorgar un crédito que es histórico, a tasa cero [aplausos], sea o no sujeto de crédito el productor, porque hay muchos productores pequeños y medianos que han quedado fuera del registro de operaciones granarias. O sea 840 millones [de pesos] para garantizar que el productor que no quiera vender pueda retener este trimestre crítico un millón más de toneladas. Es decir, estamos movilizando once millones de toneladas el primer trimestre del año, cuando en los últimos 15 años se exportó en promedio en el primer trimestre 3,2 millones de toneladas. Hoy abrimos 7 más 4 del mercado interno”.

Personalismo, verticalismo, fundamentalismo…

Citando a Perón, Domínguez dejó en claro que “la política necesita un ejecutor y mil predicadores; y con Néstor Kirchner mi compromiso fue trabajar en la construcción de los mil predicadores”. En el actual panorama político, aclaró, la ejecutora es la presidenta y todos los militantes del campo oficialista, sus “predicadores”.

Y en consonancia con su discurso, rayano al fundamentalismo, el ministro señaló que todos los presentes “hemos sido paridos de la tierra, en el interior de la tierra, en el interior profundo, que forma parte constitutiva del acervo de nuestra Nación”. “Los que no forman parte constitutiva del ser nacional son los que pretenden construir un mensaje permanente de desmoralización”, acuso, constituyéndose en árbitro de quiénes representan y quiénes no el “ser nacional”. Cualquier comparación con discursos de ese estilo esgrimidos en otros momentos históricos resultaría redundante.

Los grandes ausentes

Si bien uno de los organizadores de la charla, el diputado Enrique Marín, había adelantado una disertación de dos horas, el ministro sólo habló media. Y si bien Domínguez afirmó en varias oportunidades que “esta no es una discusión política sino una discusión agropecuaria de los destinos de la Argentina, conmigo no van a discutir temas políticos”, en su escasa media hora de discurso abundó más en arengas políticas instalando la figura de Agustín Rossi como candidato a gobernador –“quiera Dios y el pueblo de Santa Fe lo acompañe, que Agustín sea el próximo gobernador”– sin precisar datos técnicos sobre las políticas de Estado –más que los desarrollados en los párrafos precedentes–. Por último, mientras Domínguez se ofreció para contestar preguntas, Marín tomó rápidamente el micrófono y dio por terminado el evento, cortando cualquier posibilidad de debate. Primera gran ausencia de la mañana.

También llamó la atención la ausencia de cualquier alusión a los pequeños productores, al campesinado del norte santafesino, a las producciones alternativas. Sólo los actores de los agronegocios fueron tenidos en cuenta en el discurso oficial de un ministro que dice representar a un gobierno popular, opuesto desde 2008 –al menos en lo discursivo– a la oligarquía terrateniente y sojera. Segunda gran ausencia.

Y si algunas ausencias fueron significativas, también lo fueron algunas presencias: ovacionando al funcionario en cerca de una veintena de veces, formaron parte de la tribuna militantes populares del campo oficialista, ya sea de sus vertientes político-partidarias, sindicales, barriales o de derechos humanos. Así, sorprendió ver aplaudiendo de pie la arenga sojera a referentes de espacios que reivindican al campesinado, a las producciones alternativas, con quienes solemos encontrarnos para denunciar a los agronegocios y sus consecuencias de expulsión de habitantes rurales, desertificación y fumigaciones. Será también parte de la realidad que Néstor Kirchner supo parir…

miércoles, 5 de enero de 2011

No va más



Si usted viene de Buenos Aires a Rosario por la autopista, encontrará los anuncios que prometen el primer mundo a escasos metros.

Siempre en esa dirección, observará a mano derecha el monumental City Center, propiedad del empresario Cristóbal López, amigo de la administración nacional, cuya grandiosidad -dicen sus publicistas- no tiene nada que envidiarle a los mejores de Las Vegas.
Artistas populares han llegado hasta allí donde hay un hotel de lujo y un centro de convenciones no menos espectacular. Pero esa es una parte de lo que ve el pasajero que arriba a la ex ciudad industrial, obrera, portuaria y ferroviaria.
Porque también observará por encima de las cañas y entre los límites de una escuela provincial, las decenas de ranchos más que modestos que parecen caerse en las cunetas que separan el territorio agreste del gris de la autovía.
En ese límite que junta a dos realidades diferentes y también complementarias, está la frontera que limita Rosario con Villa Gobernador Gálvez, una de las más grandes de la provincia de Santa Fe.
Allí las necesidades básicas nunca bajan de la tercera parte de la población al mismo tiempo que el consumo de drogas va sepultando vidas jóvenes que ni siquiera llegan a intentar un futuro parecido a lo que alguna vez soñaron.
Desde esa ciudad, cabecera de frigoríficos emblemáticos como Paladini o el Swift, surgió la extraña figura de Pedro González, varias veces intendente y diputado nacional, menemista cerril y hoy subido al palco que proclama al jefe de la bancada de diputados kirchnerista, Agustín Rossi, como candidato a gobernador de Santa Fe.
La figura de González creció en forma paralela al desarrollo de la pobreza, la privatización de las costas y el aumento del narcotráfico.
En semejante escenario, cuando miles de desesperados fueron usados al servicio de mezquinos intereses que empujaban sus necesidades reales y ocuparon el parque Indoamericano de Villa Soldati, un grupo de familias hizo lo propio en Villa Gobernador Gálvez.
El actual intendente, Jorge Murabito, no tuvo ningún reparo en señalar a González como el verdadero autor intelectual de esas tomas de tierra y corte de la vieja ruta 21 que duraron algunas horas.
Tuvieron que firmar un acta en el que las autoridades municipales se comprometen a ceder un terreno para que puedan levantar sus casas después de un censo de necesidades que se hará al respecto.
Murabito y González firmaron, se dieron la mano y las necesidades siguen de la misma manera que continúan los negocios que mueven sumas obscenas mientras que las necesidades se multiplican allí abajo, en los alrededores del casino del señor Cristóbal.
En la provincia de Santa Fe, según dichos de los propios funcionarios actuales de la llamada administración socialista, hay cien mil familias que no tienen una vivienda digna.
Queda claro que tanto en Villa Gobernador Gálvez como en Rosario, lo que más rápido se construye son los monumentales edificios para los más ricos.
Mientras tanto, los que son más, parecen estar atrapados entre las eternas promesas y la cínica manipulación de aquellos que después de distintos escarceos hacen las paces y siguen como si nada hubiera pasado.
Como dirían las voces anónimas en las ruletas de Don Cristóbal, no va más.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Cierre musical del II Encuentro por los Derechos Humanos


Este sábado 18 tuvo lugar el cierre musical del II Encuentro por los Derechos Humanos, que había comenzado el 30 de noviembre último con una serie de paneles y actividades.

El cierre fue en la Plaza 25 de Mayo, donde actuaron los grupos Mama Lemin (Romang),
Suciedad Anónima (Avellaneda), Skatalatas,
C.E.I.B.O. y Tregua (Reconquista) y Kuugas (Rosario). La actividad estaba prevista para el sábado 11, pero debió ser postergada por razones climáticas.




Mientras la situación climática lo permitió, se exhibieron una muestra de Abuelas de Plaza de Mayo y sendas mesas de material informativo de las agrupaciones organizadoras, así como artesanías.





La muestra de las Abuelas igual podrá verse, ya que será instalada en el Museo de Arte de nuestra ciudad: en ella, y a través de 13 paneles, se recorre la historia de esta organización, desde su nacimiento en 1977, los nietos recuperados, su articulación con el mundo político y científico, etc.





El sábado, en la Plaza, también se difundió un documento con el balance del 2010 en materia de Derechos Humanos. Retomando algunas temáticas tratadas en las charlas y debates que conformaron el II Encuentro por los Derechos Humanos, el documento analiza lo sucedido en materia de derechos de las minorías sexuales, igualdad de género y violencia contra la mujer, derechos estudiantiles, jubilados, represión policial, medios de comunicación y derecho a la información, avance del modelo sojero, salud y conflictos de tierra.

Finalmente, se exige el avance de la Causa 050, por la que se juzga a los responsables del terrorismo de Estado en nuestra región durante la última dictadura militar, y se repudian los asesinatos de Mariano Ferreyra; Silvia Suppo, Roberto López y Sixto Gómez (comunidad qom de La Primavera, Formosa) y Bernardo Salgueiro, Rosemary Churapuña y Juan Castañeda Quispe (Villa Soldatti), tanto como las circunstancias que le dieron origen.

Organizaron el II Encuentro por los Derechos Humanos la Asociación Argentina de Sexología y Educación Sexual (AASES), la Cátedra Abierta y Libre sobre Derechos Humanos (ISP 4), el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA), el Frente Gremial “4 de Abril”, el Instituto de Cultura Popular (INCUPO), el Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (INADI), la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el Periódico Edición 4, VOX Asociación Civil, la Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS-Partido Obrero) y Proyecto Sur Reconquista.


Las actividades del II Encuentro por los Derechos Humanos

El recital del sábado fue el cierre de un conjunto de actividades, que incluyeron:

30/11 Charla sobre prevención de VIH/SIDA para jóvenes y adolescentes, a cargo del Lic. Néstor Osti (Org. CIPRES – Nodo de Salud).

02/12 Campaña de concientización sobre el uso de preservativos; reparto de profilácticos en algunos puntos de la ciudad. Muy buena aceptación por parte de jóvenes y adultos que recibieron los profilácticos (se repartieron más de medio millar, junto con material informativo y de concientización).

03/12 Nueva ley de “Protección integral hacia las mujeres”. Paula Condrac (abogada de la Multisectorial de Mujeres) y Cristina Díaz (Foro del INADI Norte de Santa Fe). Charla, debate y visibilización de los problemas que deben afrontar las mujeres ante los casos de violencia.

03/12 Panel “La (in)seguridad: responsabilidad de todos”. Dr. Gonzalo Armas (Auditor Adjunto de la Dir. de Control de la Policía de Seguridad Aeroportuaria-Ministerio de Justicia de la Nación , y Ex Fiscal Causa Brussa); Dip. Prov. Alicia Gutiérrez, Luis Prendes (en representación del Concejo Municipal) y Marta Staringer (Coordinadora Contra los Abusos Policiales). Evaluación del trato de la policía hacia los sectores juveniles y vulnerables de la ciudad.

06/12 Panel “Hambre de Tierra”. Conflicto sobre tierra y territorio en el Gran Chaco Argentino. Documeno para una Ley de Tierras. Referentes de Organizaciones Indígenas y Campesinas UONSAFE-OCASTAFE-INCUPO y Red Agroforestal (REDAF).

07/12 Inauguración de la muestra “Como un león”, sobre Haroldo Conti. Ministerio de DD.HH. Abierta hasta el 15/12

09/12 Panel “Medios, sectores vulnerables y discursos discriminatorios”. Buenas prácticas comunicacionales. Enfrentando los desafíos de las sociedades integradas y democráticas. Pablo Bosch y Ana Fiol (Asociación de Prensa de Sta. Fe), Periódico Edición 4, Haydeé Vargas (dirigentes sociales).

Declaración del II Encuentro por los Derechos Humanos


El 10 de diciembre se conmemoraron 62 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, tal como ya lo hiciéramos en 2009, un grupo de organizaciones nos hemos reunido para conmemorar esta fecha tan importante.

Decía el pensador Alain Badieu, en una conferencia dictada en la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, que la cuestión de los Derechos Humanos, es “una cuestión bastante complicada, ya que hay ‘derechos humanos’ y ‘derechos humanos’, y se intenta hacernos creer que todo el mundo está de acuerdo con esta expresión, cuando en realidad hay un desacuerdo profundo.

“En principio, todo el mundo está en favor de los derechos del hombre. Es muy difícil encontrar a alguien que esté en contra los derechos humanos. Incluso algunos torturadores están hoy a favor de los derechos humanos; ellos mismos son hombres y es interesante para ellos tener derechos. Pero cuando se plantea esta cuestión de los derechos humanos, la pregunta principal es ¿qué es el hombre?, ¿qué es la humanidad? ¿Quién tiene derechos? Ésta es la pregunta esencial. ¿El hombre es el occidental rico?, ¿el hombre es el consumidor?, ¿es el hombre aquel que está sometido al capital?, ¿el hombre es aquel que piensa que la política es votar cada cuatro años?, ¿es éste el que tiene derechos y es éste el que está hablando de los derechos de los demás?, ¿es éste el que tiene derechos de policía sobre el mundo entero?

“Los derechos humanos son actualmente una ideología del capitalismo globalizado. Esta ideología considera que hay una sola posibilidad en el mundo: la sumisión económica al mercado y la sumisión política a la democracia representativa. En este marco, el hombre que tiene derechos es el hombre que tiene esta doble sumisión. O bien, el hombre que tiene derechos es una simple víctima. Tiene que despertar piedad. Tenemos que verlo sufrir y morir en televisión y entonces se dirá que va a tener derecho a recibir la ayuda humanitaria de Occidente rico. En otra época las damas de la aristocracia y la burguesía iban a visitar a sus pobres. En la actualidad, los occidentales ricos mandan por avión su ayuda a los pobres del planeta. Se han convertido en las damas de la burguesía y la aristocracia a escala planetaria. Las damas iban a su parroquia y ellos van al sur, pero acá no estamos entre las damas de la aristocracia y la burguesía.

“¿Quién es entonces para nosotros ‘el hombre’? Quizás sea, en primer lugar, aquel que está sufriendo, pero es aquel que sabe que aun sufriendo puede estar de pie. Es aquel que se da a sí mismo el derecho de rebelión contra el mundo tal como es, es aquel que inventa una posibilidad nueva, es aquel que sabe que no es cierto que hay un solo mundo y una sola posibilidad, es aquel que aún en una acción pequeña, limitada, está mostrando su libertad y su pensamiento en las condiciones que le son propias, es aquel que en el fondo sabe que nada es verdaderamente imposible y que cuando se le repite a la gente que esto o aquello es imposible, se lo hace siempre para lograr su sumisión. ¿Era posible resistir durante la dictadura en Argentina? ¿Es posible montar una especie de nueva democracia popular en Chiapas? ¿Es posible quedarnos de pie frente a los norteamericanos aquí o allá? ¿Es posible darles documentos a los obreros extranjeros? Los gobiernos siempre dicen que las cosas son imposibles.

Se diría que la filosofía de cualquier gobierno es una filosofía de la necesidad: todo es necesario, todo es obligatorio y todos los sueños de los hombres son imposibles. Llamaremos hombre también a aquel que dice que lo imposible es posible y a lo largo de toda la historia de los hombres, hubo quienes pudieron decir que lo imposible era posible. Por eso el mundo cambió. Si sólo existiera la necesidad de lo imposible todo sería siempre igual. Entonces nosotros llamamos hombre a aquel que sabe que el mundo puede cambiar. Llamamos hombre a aquel que tiene la larga paciencia del pensamiento y de la acción. Cuando se concibe así al hombre –el hombre que es capaz de hacerse a sí mismo, el hombre que es capaz de inventarse a sí mismo–, entonces decimos sí, este hombre, esta humanidad, tiene derechos, tiene derechos profundos y esenciales. Es el derecho que tiene la humanidad de crearse a sí misma y no estar siempre sometida a poderes exteriores. Nuestra herencia humanista es la de esta creación, la de esta invención, esta capacidad en el tiempo y en el espacio de crear posibilidades y de decir que lo imposible es posible”.

2010: Avances y retrocesos; cambios y continuidades en materia de derechos humanos:

Matrimonio igualitario y minorías sexuales. El reconocimiento de las parejas integradas por personas del mismo sexo, el matrimonio igualitario, logrado gracias a la militancia de las organizaciones que reivindican derechos del colectivo LGBTI, pero también por organizaciones de derechos humanos en general y por partidos de gran parte del espectro político, en contra de los sectores más reaccionarios de la sociedad argentina. El tratamiento del tema profundizó el debate sobre la problemática y abrió la puerta para el reconocimiento de otros derechos, como el de la identidad de género (cuyo tratamiento está pendiente en el Congreso).

Derechos estudiantiles. Este año el movimiento estudiantil santafesino logró la concreción de una reivindicación que hunde sus raíces en las épocas más trágicas de nuestra historia: el medio boleto para los estudiantes que deben viajar miles de kilómetros por mes para acceder al derecho de la educación. Luego de años de reclamos y de una movilización histórica en nuestra ciudad, fue aprobado el boleto con 50 por ciento de descuento, y si bien las últimas noticias dan cuenta de su incumplimiento por parte de algunas empresas, el desafío para 2011 es el control social y los reclamos para su cumplimiento efectivo.

Mujer y derechos de género. Si bien la ley 26.485 (Ley de protección integral a las mujeres) fue sancionada en marzo de 2009, su reglamentación se dio en este 2010. Esta ley define como violencia "toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal". También establece cinco tipos de violencia: la física, la psicológica, la sexual- que incluye la violación marital, la explotación forzada y la trata de mujeres-, la económica y patrimonial, y la simbólica.

Si bien se reconoce el avance que significa la reglamentación de la Ley 26.485, urge su puesta efectiva en vigencia, ya que ante los casos de violencia de género en el país en general y en nuestra región en particular, las mujeres violentadas son revictimizadas por agentes policiales y de justicia que se niegan a tomarles las denuncias, volviendo a ejercer violencia sobre ellas. El accionar del Juzgado de Instrucción de Reconquista y de varias dependencias policiales de la región fue cuestionado por militantes sociales, víctimas y legisladores y legisladoras durante los paneles que conformaron este II Encuentro por los Derechos Humanos.

Por último, ante un año más sin la aprobación de la legalización del aborto, recordamos la consigna de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, ya que seguir penalizando el aborto es otra forma de violencia contra las mujeres.

Jubilados. La aprobación del 82 por ciento móvil para los jubilados por parte del Congreso de la Nación y su posterior veto por parte del Poder Ejecutivo demostraron nuevamente que los sectores trabajadores, tanto activos como pasivos, muchas veces son rehenes de pujas político-partidarias por el poder político. En el caso del aumento a los jubilados, se manifestaron claramente las posturas de un gobierno que destina recursos para subsidiar oligopolios y pagar deuda externa y argumenta no contar con fondos para las jubilaciones (por un lado) y una oposición preocupada por sacar rédito político de la medida sin proponer fuentes de financiamiento (por el otro).

Continuaba diciendo Alain Badieu “Podemos decir entonces cuáles son los derechos humanos. Los derechos humanos son el derecho a una política que se inventa, el derecho a la libertad y el derecho a un pensamiento rebelde, el derecho infinito de las posibilidades, el derecho a hacer aquello que nadie hizo jamás, el derecho a declarar que es posible aquello que ha sido declarado imposible, el derecho a usar libremente en política las palabras que se pretende hacer desaparecer: obrero, campesino, desempleado. Pero también las viejas palabras gastadas cuyo sentido hay que volver a encontrar: igualdad, revolución y comunismo. No tengamos miedo de ninguna de estas palabras. Todas estas palabras tienen que ser defendidas, toda palabra que perteneció al pueblo debemos defenderla y, al menos en este punto, podemos unirnos.

“La lucha de clases sigue existiendo e incluso la mayoría de los análisis que hizo Marx son más verdaderos hoy que lo que hayan podido serlo jamás. Es una prueba extraordinaria del genio de Marx haber hablado en 1850 del mercado mundial, mientras que hoy todo el mundo se sorprende con la globalización. Por supuesto que hay una serie de palabras utilizadas por Marx que deben volver a ser usadas.

“En política hay que volver a utilizar la palabra obrero, la palabra trabajador, etc. Pienso que evidentemente la cuestión de las clases populares, como se las ha llamado siempre, sigue siendo políticamente decisiva. No hay posibilidad de un pensamiento político nuevo sin vínculos profundos, fuertes, sostenidos, con las clases populares y la discusión sobre la democracia también tiene que hacerse en ese marco.

“Está claro que no se puede discutir solamente entre intelectuales lo que es la democracia. En ese sentido entonces ¿por qué no, democracia obrera? Democracia popular, ¿por qué no? Democracia comunitaria ¿por qué no? Todos los caminos están abiertos, pero en todo caso lo que debe provocar, o hacer, la unidad general es que esta cuestión tiene que encontrar su nueva forma.”

Represión policial. Los “abusos” como práctica sistemática de las fuerzas policiales contra la ciudadanía civil, sobre todo la proveniente de los sectores más vulnerables, dejó de ser una problemática que suceda en otros lugares para conformarse en una realidad cotidiana en Reconquista y la región. La Coordinadora Contra los Abusos Policiales documentó desde su creación, en 2009, nueve casos que implicaron distintos niveles de agresión de agentes policiales contra ciudadanos. También logró con su accionar que distintos legisladores provinciales se preocupen por el tema, realizando pedidos de informe, y que el Concejo Deliberante de la ciudad cree una comisión permanente de Derechos Humanos, involucrándose en la cuestión.

Sin embargo, el problema de la violencia policial no es una cuestión que sólo ataña a la fuerza policial y al poder político y judicial (sin duda los principales responsables), sino que caben distintos grados de responsabilidad a todos los actores sociales:

* La policía: pese al control ciudadano sobre su accionar, corporizado en la Coordinadora Contra los Abusos Policiales y la Comisión de Derechos Humanos del Concejo, los hechos de maltrato y torturas se siguen reiterando, demostrando la impunidad con la que actúa la corporación policial. Por otra parte, mientras la policía facilita a la prensa los nombres de los sospechosos de cualquier delito menor, los datos de los escasos agentes que son sancionados por “apremios ilegales” o irregularidades, nunca son publicados.

* El Poder Judicial de la provincia se muestra reticente a recibir las denuncias, no brinda receptividad y mucho menos contención. Los casos que logran ingresar tienen una tramitación sumamente lenta. Se manifiesta en el Poder Judicial una defensa a priori de la actuación policial.

* Los medios de comunicación: muchas veces se hacen eco del discurso de “mano dura” y toman también una actitud de defensa a priori del accionar policial, justificando la misma ante la supuesta inseguridad que provocan personas “sospechosas”. También se apresuran a dar los nombres y convertir en condenas mediáticas las sospechas. Plantean la defensa de los derechos humanos fundamentales como “derechos humanos para los delincuentes” sin tener en cuenta que al denunciar el accionar policial no se protege a supuestos “delincuentes”, sino que se denuncia otro delito, en este caso de mayor gravedad porque lo comete el Estado.


Medios y derecho a la información.

El tema de los medios de comunicación y el derecho a la información también fue debatido en este II Encuentro por los Derechos Humanos, en un año particularmente importante, ya que en 2010 se definieron los últimos fallos judiciales que frenaban la implementación efectiva de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –a excepción de la cláusula de desinversión del grupo Clarín, lo que demuestra el poder económico de este grupo–. Se coincidió que el formato comercial de muchos medios de comunicación locales y regionales redunda en una pérdida de derechos para los sectores más vulnerables, como los vecinos de los barrios marginales, las mujeres y minorías sexuales y los pueblos originarios, que son estigmatizados, parodiados o invisibilizados –según la circunstancia- por la agenda periodística.


Conflictos de tierra y su relación con el modelo sojero

El documento de la Asamblea Campesina e Indígena (ACINA) plantea que “en los últimos 10 años la concentración de la tierra ha agravado las profundas desigualdades sociales en el campo. Entre los años 1988 y el 2002 han desaparecido 160.000 explotaciones agropecuarias en su gran mayoría con un tamaño menor a 200 hectáreas, es decir pequeños productores.

El 82% de los productores (campesinas, indígenas y trabajadores rurales) ocupan sólo el 13% de la tierra. Mientras el 4% de las llamadas “explotaciones agropecuarias” ocupan casi el 65 % de la tierra utilizada para la producción. Campesinos y pueblos originarios son obligados a desalojar sus campos-
Casi el 40 % de los poblados rurales están en riesgo de desaparecer. En estas poblaciones viven cerca de 300 mil habitantes. Hay más de 120 pueblitos o parajes que prácticamente no han crecido en los últimos 10 años. De ellos, 90 ya no figuran en los últimos censos. Mientras que 8 de cada 10 personas que viven en el conurbano bonaerense provienen del campo. La razón: la actividad económica que les dio vida ya no existe.

La frontera agrícola se expande, empujada por intereses de las empresas, entre otras de agroquímicos y semillas y prácticamente sin controles del estado. Cada hora se talan montes en una superficie que equivale a 40 canchas de fútbol. De continuar con esta tendencia impuesta por la expansión de los cultivos agro exportadores, en 10 años, el 70 % del suelo argentino quedará desértico.

Los gobiernos provinciales favorecen la compra de tierras y recursos naturales a las grandes empresas extranjeras, otorgan malas adjudicaciones de las tierras públicas, y las reservas provinciales están bajo el manejo del gobierno y son alquiladas por políticos para uso propio
La realización de grandes obras públicas de infraestructura, con financiamiento internacional del BID ( Banco Interamericano de Desarrollo ), sin participación de los pobladores, sin estudio de factibilidad y de impacto ambiental violando los principios centrales del desarrollo de mejorar la calidad de vida, el medio ambiente y la biodiversidad: estos son los casos de la Comunidad de El Descanso y La Primavera , en Formosa, por ejemplo.

Soja, agrotóxicos y salud. La Cámara Baja de la provincia aprobó este año, la modificación de la ley 11.273, llamada “ley de fitosanitarios”, prohibiendo las fumigaciones con cualquier tipo de agrotóxicos a menos de 500 metros de las poblaciones, las escuelas rurales y los cursos de agua de la provincia de Santa Fe. Si bien la modificación es un avance respecto a la ley actual (que permite fumigar con glifosato hasta el borde de los pueblos y escuelas), sigue siendo un parche en un modelo que privilegia la renta de unos pocos por sobre la salud de la población y la sustentabilidad del ambiente. Por otra parte, el lobby sojero se hizo sentir y la Cámara alta no dio la sanción definitiva a la modificación, por lo que el tema deberá resolverse en 2011.

Como un avance significativo en materia de conciencia social sobre la problemática, cabe mencionar los encuentros de médicos de pueblos fumigados, realizados este año en las Universidades Nacionales de Córdoba y Rosario: la universidad pública tuvo muchas veces el triste papel de legitimador del uso indiscriminado de agrotóxicos –o al menos un papel ambiguo, como en el reciente informe de la UNL ordenado por la Justicia– y es auspicioso que se haga cargo de la defensa de la salud población. También es de mencionar la entrega de un petitorio con 15 mil firmas al gobernador Hermes Binner, solicitando la prohibición de las fumigaciones a 800 metros de las áreas urbanas, gestión de la Campaña “Paren de Fumigarnos!” con el aporte de más de un millar de firmas de la región Reconquista. La contracara estuvo dada por las agresiones al Dr. Andrés Carrasco por parte del poder político de La Leonesa (Chaco) y por la continuidad de las fumigaciones, pese a los fallos judiciales que lo impiden, en las cercanías de varios pueblos de Santa Fe y Chaco.


Continuidades que son retrocesos

Causa 050. Preocupa el lento avance, cuando no retroceso, de la causa por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar en nuestra región, ya que en agosto de este año el Tribunal Oral Federal de Santa Fe declaró la nulidad de las actuaciones principales de la causa. Si bien esto no cambia la situación procesal de los imputados (el ex capitán Danilo Alberto Sambuelli y los policías Carlos Armando Nickish, Rubén Vicente Molina, Eduardo Antonio Luque, Arnaldo Máximo Neumann y Horacio Osmar Machuca), declara nula la elevación a juicio por delitos de lesa humanidad. Exigimos acelerar las causas. Exigimos el esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo en Rafaela.

Repudio al asesinato de Mariano Ferreyra. El 20 de octubre, una patota sindical ligada a la Unión Ferroviaria asesinó a Mariano Ferreyra y dejó en estado de coma profundo a Elsa Rodríguez, ambos militantes del Partido Obrero. El ataque a Mariano y Elsa y otros militantes, desnudó algunas realidades concretas del mundo del trabajo en la Argentina, que cabe repudiar tanto como el ataque patoteril en sí:

* Según datos del ANSES, el 75% de la población activa entre 18 y 29 años está desocupada, trabaja en negro o está tercerizada (el caso de los despidos masivos de trabajadores tercerizados del FRIAR, en Reconquista, hace que el problema no nos resulte tan lejano). Por otra parte, en Argentina apenas el 37,4% de los trabajadores privados registrados está sindicalizados y sólo el 12,4% de las empresas tiene al menos un delegado gremial, lo que demuestra la debilidad estructural de los trabajadores en tanto sujetos de derecho.

* En el mismo sentido, la estructura sindical argentina es sumamente antidemocrática. En su último informe sobre la situación de los derechos humanos en nuestro país, el Centro de Estudios Legales y Sociales presidido por Horacio Verbitsky recuerda que “desde 1991 la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la OIT le recuerda al Estado argentino la contradicción que existe entre la legislación sindical vigente (Ley 23 551, de Asociaciones Sindicales) y las normas internacionales de la OIT (Convenio 87 y otros).

El modelo sindical que rige en la Argentina se caracteriza por la existencia de un régimen de exclusividad, que admite la coexistencia de sindicatos con personería gremial y sindicatos sólo inscriptos, pero reserva para los primeros tantos derechos y privilegios que vedan, en la práctica, el surgimiento de nuevas asociaciones con capacidad de acción colectiva”. Esa estructura burocrática, que facilita la connivencia entre el Estado y los sindicatos privilegiados –cuyos dirigentes se enriquecen a costa de la explotación de sus representados– fue la que abandonó a los ferroviarios tercerizados, organizó las patotas que, tercerizando la represión, atacaron el reclamo laboral del que participaban Mariano y Elsa. A nivel general, es la misma estructura que impide incluso por la violencia el surgimiento de sindicatos no burocráticos en distintas ramas de la economía.

Repudio a la represión de los hermanos Qom de La Primavera. El 23 de noviembre policías provinciales de Formosa, acompañados por guardias privados, reprimen un corte de ruta de la comunidad Qom de “La Primavera”, mediante el que los hermanos qom venían resistiendo al desalojo de sus tierras desde hacía cuatro meses, sin respuestas por parte del gobierno provincial. En los enfrentamientos del 23 de noviembre falleció un policía de Colonia Laguna Blanca y dos miembros de la comunidad: Roberto López y Sixto Gómez, ambos fusilados por las fuerzas del orden. Las muertes de La Primavera dejan en claro la dicotomía que se plantea en muchos lugares de nuestro país: cumplir los derechos comunitarios de los pueblos originarios, consagrados por la reforma constitucional de 1994, o privilegiar un uso “productivo” del recurso suelo, extendiendo las explotaciones rentables a costa del desmonte del bosque nativo y la persecución de sus habitantes, muchas veces comunidades indígenas (como en Chaco, Salta, Formosa). Por otra parte, si bien el caso de Formosa se enmarca dentro del problema específico del acceso a la tierra de los pueblos originarios, miles de campesinos (indígenas y criollos) sufren suertes parecidas al ser expulsados del campo por el avance de la frontera agrícola y el modelo de agricultura sin agricultores que trae aparejado.

Repudio a la represión en Soldatti. En una fecha tan cara a los derechos humanos, como el 10 de diciembre y los días anteriores, fueron asesinados en Villa Soldati (Buenos Aires) Bernardo Salgueiro, paraguayo de 22 años y Rosemary Churapuña, boliviana de 28 años, al que le siguió Juan Castañeda Quispe, boliviano de 38 años. Y con ellos, fueron decenas los heridos por la represión estatal y para-estatal a la toma de un espacio público abandonado para las construcciones de viviendas precarias. Los tres asesinatos confirmados y el accionar del Estado y las bandas armadas pusieron en evidencia realidades claramente violatorias de los derechos humanos fundamentales: la falta de una política de vivienda para las cerca de 500 mil personas que viven en situación de calle en la capital del país; la falta de un enfoque que considere a la vivienda digna como un derecho y no como una mercancía a la que puedan acceder unos pocos privilegiados (entenderla como un derecho obligaría a la intervención del Estado para garantizarla; entenderla como una mercancía deja todo en las manos del mercado, con las consecuencias que están a la vista).

Por otra parte, volvió a quedar en evidencia la intolerancia y la xenofobia de importantes sectores de las capas medias porteñas y de buena parte del país (xenofobia que al manifestarse contra los extranjeros de países limítrofes se muestra en realidad como “pobre-fobia”, “aporofobia” o “indio-fobia”).

De esta manera creemos haber realizado un balance de lo andado en 2010 en materia de derechos humanos, y dejamos planteadas algunas líneas a militar en 2011.

Finalmente, retomamos a Badieu: “cuando hablamos de DEMOCRACIA, debemos realizar un debate abierto, duro, frontal, sobre la democracia, que es el único argumento del adversario, que hace que pueda presentarse como la única política humana. Así que tenemos que arrancarle de las manos ese argumento.

“Cuando se dice que los desheredados, los pobres, los obreros, son esenciales, evidentemente es porque ellos son el ejemplo más fuerte de la incapacidad que tiene el mundo, tal como es, para producir igualdad y en ese sentido las cosas tienen que hacerse con ellos. Se refiere al devenir en general de todos, el conjunto de lo que es insatisfactorio para todos, y finalmente el destino general de la humanidad y no simplemente el destino en particular de los pobres, los desheredados. Es un punto muy importante porque diferencia lo social de lo político. Lo social es aquello que busca remediar las peores situaciones y naturalmente esto es muy importante. Esta actividad social es una actividad importante, pero no define por sí sola lo que es una política, porque no hay política verdaderamente más que cuando se parte de situaciones concretas. Y entonces se hace algo, se dice algo, que puede referirse y hacer que se sienta comprendida toda la humanidad, y cuando se puede tener conciencia de que en esta cuestión está en juego algo de la humanidad toda. En este punto podríamos volver a recordar al viejo Marx. Él decía: la emancipación del proletariado será la emancipación de la humanidad toda. Y eso era para él la política comunista, no era mejorar la condición obrera, aun cuando ese punto era muy importante. Marx mismo conocía la importancia de cuestiones tales como la duración del trabajo, etc. Pero la política era esa emancipación, ese cambio de relaciones en el mundo, que se refería a la humanidad entera. Eso era verdaderamente la política.

Conservemos por lo menos el derecho a la fidelidad a las grandes aventuras de este siglo, no estemos con el lobo, seamos libres en nuestras evaluaciones y en nuestros juicios, tengamos nuestras propias imágenes, tengamos nuestra propia memoria. El derecho fundamental del hombre es el derecho a la política nueva y, en ese sentido, el derecho del hombre es el derecho de toda la humanidad. Y no sólo de seguir siendo lo que es y de preservar su vida, sino también el derecho a ser algo distinto que un conjunto de hormigas…

“Marx decía: socialismo o barbarie. Voy a defender también la palabra socialismo junto con todas las otras palabras, aun cuando mucha gente haya hecho todo lo posible para prostituirla, y si bien no sé si podemos decir hoy como antes, socialismo o barbarie, pero sí estoy seguro que podemos y debemos decir: política o barbarie”.



Organizaron el II Encuentro por los Derechos Humanos:

Asociación Argentina de Sexología y Educación Sexual (AASES) – Cátedra Abierta y Libre sobre Derechos Humanos (ISP 4) – Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) – Frente Gremial “4 de Abril” – Instituto de Cultura Popular (INCUPO) – Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (INADI) – Liga Argentina por los Derechos del Hombre – Periódico Edición 4 – VOX Asociación Civil – Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS-PO) – Proyecto Sur Reconquista